Tegucigalpa – El gobierno de Honduras ha comenzado reuniones preliminares con representantes del Fondo Monetario Internacional (FMI), quienes visitan el país para familiarizarse con las políticas económicas actuales, más allá de las negociaciones formales del acuerdo stand-by que ha detenido los desembolsos financieros previstos.
La misión del FMI, confirmada por fuentes dentro del gabinete económico, no tiene el propósito de evaluar el acuerdo de cooperación para 2023-2026, que está en proceso de discusión y que incluye metas indicativas y reformas estructurales.
Este enfoque ha creado una distinción clara entre las discusiones actuales y las revisiones formales del acuerdo, que aún están pendientes.
Rebeca Santos, presidenta del Banco Central de Honduras (BCH), y Marlon Ochoa, ministro de SEFIN, liderarán las discusiones con la delegación del FMI. Las reuniones, que comenzaron este lunes, se están llevando a cabo en un contexto de discreción, con la ubicación y detalles exactos mantenidos bajo reserva para evitar la politización de la visita.
Una fuente del gabinete económico mencionó que las discusiones no se centran en una evaluación formal sino en comprender si Honduras cumplirá con ciertas políticas económicas menores, incluidas las devaluaciones programadas, sin relacionarlas directamente con las próximas elecciones.
El gobierno enfrenta el reto de equilibrar las expectativas del FMI con la sensibilidad política del momento, dado el contexto económico desafiante del país. Los acuerdos con el FMI, que ascienden a un acompañamiento financiero de 822 millones de dólares, son fundamentales para la estabilidad económica de Honduras, pero requieren cumplimiento de ciertas condiciones que están bajo revisión.
El programa con el Fondo Monetario Internacional sigue activo desde su inicio el 21 de septiembre de 2023, esperando que las próximas revisiones semestrales, programadas para marzo y septiembre de 2024, puedan finalmente concretarse.
