Tegucigalpa – En una llamativa intervención que pone de manifiesto las contradicciones políticas en Honduras, el economista Roberto Lagos, desde Estados Unidos, ha reabierto el debate sobre la emisión de bonos soberanos, cuestionando especialmente la coherencia del actual diputado oficialista Hugo Noé Pino.
La controversia gira en torno a un nuevo bono temático de 700 millones de dólares con una tasa de interés del 8.625% a 10 años, significativamente más alta que el 5.625% de emisiones anteriores. «Estoy en contra de emitir deuda soberana a tasas de interés de tarjeta de crédito», sentenció Lagos a través de sus redes sociales.
Lo que hace particularmente interesante este debate es el cambio de posiciones políticas. En 2020, Hugo Noé Pino, entonces crítico de la oposición, condenaba vehementemente una emisión similar de 850 millones de dólares, calificándola como «una carga más que el pueblo tendrá que pagar». Incluso sugirió que dichos fondos servirían para financiar la campaña política del entonces gobernante Partido Nacional.
Ahora, cuatro años después y desde su curul en el Congreso Nacional como miembro del partido Libertad y Refundación (Libre), el silencio de Pino ante la nueva emisión de bonos ha llevado a Lagos a cuestionar públicamente: «¿Qué opinión tiene el Doctor Pino del Bono Temático?».
Este giro en el discurso político pone de relieve una realidad común en Honduras: cómo las posiciones críticas pueden transformarse cuando se pasa de la oposición al oficialismo. La nueva emisión de bonos, con una tasa de interés considerablemente más alta, plantea serias preguntas sobre la gestión de la deuda pública y la coherencia en las políticas económicas del país.
Mientras el debate continúa, la pregunta de Lagos permanece en el aire, esperando una respuesta que podría revelar mucho sobre cómo las responsabilidades gubernamentales pueden modificar las posturas económicas que antes parecían inamovibles.
