Durante su visita a Pekín, el canciller alemán Olaf Scholz le solicitó al presidente chino Xi Jinping que utilice su influencia sobre Rusia para que Vladimir Putin ponga fin a la invasión de Ucrania.
Scholz afirmó que la palabra de China tiene peso sobre Moscú e instó a Xi a convencer a Putin de que detenga su “demente cruzada” y retire a sus tropas.
El líder alemán comentó que acordó con el mandatario chino mantener un diálogo constructivo sobre la organización de una conferencia internacional de paz propuesta por el gobierno ucraniano.
Al inicio de su encuentro con Xi, Scholz enfatizó su deseo de debatir formas de colaborar para lograr una solución justa al conflicto.
Si bien China no confirmó su participación en la cumbre de junio, Xi dijo apoyar esfuerzos que conduzcan a una resolución pacífica de la crisis.
El presidente enfatizó la necesidad de frenar la escalada de tensión para restablecer la paz y mitigar el impacto económico global de la guerra. Scholz buscó influenciar a Pekín para que presione a Moscú a cesar los ataques en Ucrania.