Washington. – Luego de que el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, decidiera abandonar el hospital militar donde estaba siendo tratado por contagio de Covid-19, el temor a una posible infección por parte de sus colaboradores más cercanos está a flor de piel.
Un reportero estadounidense afirma que se sintió «más seguro en Corea del Norte que actualmente en la Casa Blanca» por el brote de Covid-19 – RT
A pesar de la condición de Trump, y de doce de sus colaboradores, la Casa Blanca y todos sus empleados, guardias, personal de cocina, miembros del servicio secreto se mantienen en labores por orden explícita del mandatario.
Trump, quien no tiene la más mínima intención de acatar los protocolos de salud, llegó ayer a su oficina en Washington, donde se quitó la mascarilla y grabó un comercial.
En la cinta pide a los estadounidenses no temerle al coronavirus del SARS CoV-2, aunque ya haya cobrado la vida de millones de personas.
“Estamos tomando todas las medidas de precaución para proteger no solo a Trump y su familia, sino que a todo el personal que trabaja en el complejo presidencial, muy poca gente tendrá contacto físico con el presidente y todos dispondrán del equipo protector necesario”, mencionaba el portavoz de la Casa Blanca Judd Deere.
Añadió que los agentes que acompañaban al presidente antes de que se hiciera público su contagio por Covid-19, no corrieron riesgo alguno, ya que desde hace tiempo se han tomado las medidas de protección necesarias.
A pesar de ello, el mandatario norteamericano y su esposa Melania, quién también se contagió, permanecen como si nada en la zona residencial de la Casa Blanca.
Son atendidos generalmente por un centenar de personas, entre ellos mucamas, mayordomos, personal de seguridad que a día de hoy se encuentran intranquilos por el riesgo de contagio y por la poca importancia que el mandatario le da a la pandemia.
