San Pedro Sula – En medio de la creciente tensión diplomática entre Honduras y Estados Unidos, el sector empresarial del norte del país ha alzado su voz promoviendo una aproximación más cautelosa.
Karim Qubain, líder de la CCIC, enfatizó la necesidad de agotar todas las vías diplomáticas con la próxima administración Trump antes de considerar medidas extremas.
El empresario mostró un optimismo cauteloso respecto a las amenazas de deportaciones masivas, recordando que durante la anterior presidencia de Trump no se materializaron tales medidas.
Sin embargo, advirtió sobre las graves consecuencias que tendría para la economía hondureña una deportación masiva, considerando que las remesas superaron los nueve millones de lempiras en el último año.
Respecto a la base aérea Soto Cano en Palmerola, Qubain destacó su importancia estratégica y su papel en la seguridad regional. La instalación, que alberga aproximadamente 500 militares estadounidenses y un número similar de civiles hondureños, representa para el líder empresarial un símbolo de la cooperación bilateral que ha beneficiado a ambas naciones.
«Estados Unidos no representa una amenaza para Honduras, sino más bien actúa como un hermano mayor que brinda apoyo, especialmente en situaciones de catástrofes naturales», subrayó Qubain, quien insistió en la necesidad de mantener una relación armoniosa con el principal socio comercial del país.
El llamado del sector empresarial surge como respuesta a las recientes declaraciones de la presidenta Xiomara Castro, quien el 1 de enero amenazó con retirar la base militar estadounidense si el presidente electo Donald Trump implementa deportaciones masivas de hondureños.