Tegucigalpa. – Al menos seis reclusas murieron en las últimas horas al interior de la Penitenciaría Nacional Femenina de Adaptación Social (PNFAS), luego de una reyerta entre privadas de libertad en esa cárcel de mujeres localizada en la aldea de Támara, unos 20 kilómetros al norte de la capital hondureña.
De manera preliminar las víctimas fueron identificadas como Karla Vallecillo, Wendy Salinas, Lizeth Moreno, Patricia Velásquez, Hilda Ruiz y Margarita Gómez.
Según el comunicado, emitido por las autoridades de Instituto Nacional Penitenciario (INP), las reclusas que recientemente habían ingresado a la cárcel y fueron asesinadas por sus compañeras que conviven en los hogares cinco y siete del recinto penitenciario, quienes aprovecharon que ocurrió un incendio, para romper los portones para dirigirse al gimnasio donde se encontraban en aislamiento las ahora fallecidas y cometer el dantesco crimen.
En cuanto al incendio, se detalló que una privada de libertad aislada por razones de seguridad, hizo un agujero en una lamina que funciona como pared divisoria del dormitorio de quienes gozan de preliberación, el cuál era utilizado por dos internas de primer ingreso que cumplían con la cuarentena para descartar si eran portadoras del Covid-19.
Posteriormente, la misma reclusa provocó el incendio, en el que resultaron heridas las dos compañeras aisladas, quienes se encuentran ingresadas en el Hospital Escuela de la capital.
El levantamiento cadavérico en el centro de reclusión que alberga mujeres que pertenecen a las organizaciones criminales Mara Salvatrucha (MS-13) y Pandilla 18, inició a eso de las 4:00 de la madrugada.
El presidente del Comité para la Defensa de los Derechos Humanos en Honduras (Codeh), Hugo Maldonado, aseguró que, según le manifestaron las propias reclusas, es que el incendio fue provocado por un grupo para quemar a sus compañeras.
Maldonado sostiene que durante la reyerta también hubo disparos, según se aprecia en varios audios que le enviaron las internas con el fin de solicitar auxilio.
Cabe destacar que en ese centro penitenciario se encuentra guardando prisión desde inicios de 2018, la exprimera dama de la nación, Rosa Elena Bonilla de Lobo, así como otras involucradas en casos de corrupción como el descalabro financiero del Instituto Hondureño de Seguridad Social (IHSS).