Tegucigalpa. – “Hoy más que nunca necesitamos ser más corderos que lobos pues hay mucha agresividad y mucho resentimiento en nuestra sociedad, se lanzan insultos y ataques que dificultan nuestro entendimiento y convivencia”, fue el mensaje pronunciado este domingo en la homilía de la iglesia catedral metropolitana San Miguel Arcángel de Tegucigalpa, presidida por el cura párroco sacerdote Juan Carlos Martínez.
El prelado señaló que cuando no nos sentimos amados como el Señor nos ama y no amamos apasionadamente, no llenamos la adicción, todos conocemos lo que es una adicción, podemos quedar anclados a la droga de la evasión, de la superficialidad, al activismo, al consumo compulsivo, podemos quedar también atrapados en relaciones sin libertad y sólo quien se siente amado y ama con pasión puede saborear la alegría del evangelio.
“La misión que Jesús nos encomienda tiene un carácter comunitario, ha de realizarse de dos en dos con el fin de mostrar con los hechos y la vida lo que se anuncia de palabra, la misión del evangelio sólo empieza donde existe al menos dos testigos como signo de amor mutuo, como expresión de una comunidad de fe”, apuntó.
Acotó que hace falta hombres y mujeres con sentido comunitario que anuncien el sentido de la vida, hoy necesitamos pequeñas comunidades de iglesia en las que verdaderamente podamos compartir nuestra fe y nuestra vida.
“Apostaremos por estas pequeñas comunidades que sean lugares de vida, de crecimiento y de sentido espiritual, poneos en camino, mirad que os mando como corderos en medio de lobos en una sociedad que se nos presenta con frecuencia agresiva, competitiva, despierta serias, defendiéndose y atacándose, estamos llamados a vivir de tal manera que toda persona pueda descubrir que la vida, a pesar de todo, es buena”, señaló Martínez.
Os mando como corderos en medio de lobos, reiteró el religioso quien recomendó que hoy más que nunca necesitamos ser más corderos que lobos pues hay mucha agresividad y mucho resentimiento en nuestra sociedad, se lanzan insultos y ataques que dificultan nuestro entendimiento y convivencia.
“Ciertamente, tenemos que preguntarnos, podemos vivir de otra manera que no sea a la defensa, a la rivalidad y al ataque de un lobo”, consultó.
Citó que Jesús pidió a sus discípulos que no fueran con cosas ni quieran asegurar su tarea con dinero, quiere que vayan sin la seguridad de una estructura económica como testigo de la gratuidad y es como si nos dijera “no confiéis en los recursos materiales ni te apoyéis en los poderes de este mundo, solo así manifestaremos que nuestra confianza está en el Señor que camina a nuestro lado, sólo así podremos ser testigos de la paz, del amor y del perdón”.
Pidió que cuando se entre en una casa hay que decir primero “paz a esta casa, la paz es la buena noticia que tenemos que anunciar, paz a esta casa, Jesús pide a sus discípulos que pasen por los pueblos y lugres contagiando la paz, pues sólo quien la posee en su corazón puede comunicarla de verdad, nuestra misión consiste en hacer presente esa paz, compartiendo, curando a los enfermos, despertando vida y anunciando la paz a todos, la paz es el signo de la presencia de Dios en nuestro tiempo”.
