Tegucigalpa. – El infectólogo hondureño, doctor Tito Alvarado, manifestó que sería un “grave error”, ablandar las medidas de confinamiento o distanciamiento social para intentar reactivar la economía del país.
“Yo quisiera que no se ablandara el confinamiento para que la gente no salga a la calle, estamos en la curva ascendente para llegar al pico de la pandemia, por tanto, es necesario que las personas se mantengan en casa, o que solo salgan exclusivamente a los supermercados, gasolineras y bancos”, declaró el experto.
Alvarado argumentó que Honduras, no puede darse el lujo de abrir ferreterías y comidas rápidas, pues de acuerdo a proyecciones “vamos alcanzar la curva ascendente de la enfermedad en la segunda semana de junio”.
“Cometemos un gran error si en este instante abrimos la (economía), porque sabemos el problema que existe en relación al día a día de la gente, y aunque pueden ir con su dígito a los supermercados, farmacias, gasolineras, sin embargo, en Tegucigalpa vamos a luchar para que se autorice solo un número de identidad con el cual saldrían al menos 84 mil personas”, complementó la fuente.
Recalcó que, entre menos gente en la calle mejor, pero si las personas salen es importante que usen mascarillas, pues el 15 por ciento de los contagiados con el virus no presentan síntomas y son portadores silenciosos de la enfermedad.
Para finalizar, señaló que, pese a no se ha alcanzado un pico de contagios, en el departamento de Cortés, “los centros hospitalarios están saturados de pacientes y los galenos cansados de atender por falta de personal para que los reemplace en sus labores”.
No se trata de armar pánico, refirió, más bien de evitar una gran cantidad de enfermos o muertos por el Covid-19, además que hay que recordar que Honduras cuenta con “sistema de salud endeble” y que también enfrenta otras amenazas como el dengue.
Por otro lado, el gobierno anunció recientemente que se están revisando protocolos de bioseguridad con la Asociación de Restaurantes para habilitar los servicios a domicilio de comida.
La propuesta fue analizada tras sostener una reunión con productores avícolas, quienes indicaron que están perdiendo un 35 por ciento de la carne de pollo que es destinada para los restaurantes.
De igual forma, la empresa privada reveló que se trabaja en protocolos de bioseguridad para abrir cafeterías, restaurantes y otros negocios que no pongan en peligro a la población con el contagio de Covid-19.
