La red social Snap vuelve a crecer en ingresos tras varios trimestres a la baja. Los inversores lo han celebrado y sus acciones han reaccionado al alza este martes en Bolsa fuera del horario habitual de mercado, aunque luego han perdido terreno.
Por El País
La compañía se ha encargado de enfriar los ánimos con la advertencia de que hay campañas publicitarias que se están paralizando como consecuencia de la guerra de Israel contra Hamás en Gaza. La compañía, por otro lado, sigue instalada en las pérdidas.
“Hemos observado pausas en el gasto de un gran número de campañas publicitarias orientadas principalmente a las marcas inmediatamente después del inicio de la guerra en Oriente Medio, lo que ha supuesto un lastre para los ingresos del trimestre hasta la fecha”, ha indicado Snap en el comunicado de resultados del tercer trimestre. “Aunque algunas de estas campañas ya se han reanudado y el impacto en nuestros ingresos ha disminuido parcialmente, seguimos observando nuevas pausas y persiste el riesgo de que estas pausas persistan o aumenten en magnitud”, ha añadido.
La compañía de la red social Snapchat logró unos ingresos de 1.188,5 millones de dólares (unos 1.120 millones de euros al tipo de cambio actual) en el tercer trimestre del año, un 5% más que en el mismo periodo del año anterior. No obstante, dada la negativa evolución de la primera mitad del año, los ingresos aún caen un 2% en el acumulado de los primeros nueve meses del ejercicio.
La empresa, además, no encuentra el camino de la rentabilidad. Sus números rojos fueron de 368 millones de dólares en el tercer trimestre, un 2% más que en el mismo periodo de 2022. En el conjunto de los nueve primeros meses las pérdidas se reducen un 6%, pero aun así son de 1.074 millones de dólares. Los resultados operativos también son malos, con fuertes caídas del resultado bruto de explotación, del 45% en el trimestre y del 98% en los nueve primeros meses.
“Nuestros ingresos volvieron a crecer en el tercer trimestre, aumentando un 5% interanual y fluyendo hacia un resultado bruto de explotación ajustado positivo, ya que nuestra nueva estructura de costes ha demostrado el apalancamiento de nuestro modelo de negocio”, ha señalado a través de un comunicado su fundador y consejero delegado, Evan Spiegel. “Estamos centrados en mejorar nuestra plataforma publicitaria para impulsar un mayor retorno de la inversión para nuestros socios publicitarios, y hemos evolucionado nuestros esfuerzos de salida al mercado para servir mejor a nuestros socios e impulsar el éxito de los clientes”, ha añadido.
Aunque el negocio no va muy allá, la compañía con sede en Santa Mónica (California) aún tiene un balance sólido, con una posición de 3.600 millones de dólares en efectivo, equivalentes y valores negociables. La empresa ha anunciado un plan de recompra de acciones de 500 millones de dólares con el que aspira a compensar la dilución derivada de la emisión de nuevas acciones para retribuir a los empleados.
Cuando salió a Bolsa en 2017, Snap era una empresa con un crecimiento exponencial. Ese crecimiento fue perdiendo fuerza, pero aún mantenía un buen ritmo a comienzos de 2022. Luego se frenó en seco y empezó una caída que hacía pensar en el agotamiento de la propia red. La compañía, sin embargo, asegura que la actividad de sus usuarios sigue creciendo con fuerza y la mejora de los ingresos del tercer trimestre muestra que es capaz de invertir la tendencia.
Snap no ha querido dar formalmente previsiones para el último trimestre del año, aunque sí ha compartido con el mercado sus propias previsiones internas. “Debido a la naturaleza impredecible de la guerra, creemos que sería imprudente dar una orientación formal para el cuarto trimestre. Nuestra previsión interna parte de una horquilla de ingresos de entre 1.320 y 1.375 millones de dólares, lo que implica un crecimiento interanual de los ingresos de entre el 2% y el 6% aproximadamente. Dentro de esta horquilla de ingresos, estimamos que el EBITDA ajustado se situará entre 65 y 105 millones de dólares”, ha anunciado.