Tegucigalpa, Honduras – Diversos sectores de la sociedad civil en Honduras están exigiendo medidas más severas contra los conductores responsables de accidentes viales, incluyendo la cancelación permanente de sus licencias de conducir. Esta propuesta surge en respuesta a las alarmantes estadísticas de siniestralidad vial que indican un promedio de cinco muertes diarias en el país, cifra que se ha mantenido constante a lo largo del último año.
Adonay Hernández, titular de la Dirección Nacional de Vialidad y Transporte (DNVT), ha reconocido la necesidad de un enfoque intersectorial para abordar esta problemática. A pesar de que las autoridades informan una ligera reducción en el número de accidentes, la percepción de inseguridad vial persiste entre la población.
En 2024, Honduras ha registrado cerca de 3,000 accidentes viales, resultando en 900 muertes. Estas cifras subrayan la urgencia de implementar controles más estrictos y efectivos. La Policía de Tránsito ha prometido incrementar los operativos en las carreteras para mejorar la supervisión y el cumplimiento de las normas de tráfico.
El Conadeh (Comisionado Nacional de los Derechos Humanos) ha señalado que la inseguridad vial no se debe a la falta de legislación, sino al incumplimiento de las leyes existentes. Entre 2010 y 2022, Honduras lamentó la pérdida de aproximadamente 18,300 vidas debido a accidentes de tránsito, una cifra que refleja la gravedad de la situación.
La insistencia de la sociedad civil en endurecer las sanciones busca prevenir la repetición de estos trágicos sucesos y promover una cultura de responsabilidad y respeto en las vías del país. El debate sobre la efectividad de retirar permanentemente las licencias a conductores negligentes continúa, mientras las autoridades y la sociedad civil buscan soluciones para esta persistente amenaza a la seguridad pública.