Matt Ford, actor, cantante y productor de videos, contó que empezó a notar “granos” en la piel que después se enteró que eran síntomas de la viruela símica (foto: Twitter @JMatthiasFord)
“He tenido COVID dos veces. Esto fue mucho peor”, dijo Matt Ford, de 30 años. Lo que fue “mucho peor” para el actor, cantante y productor de videos estadounidense es el cuadro de viruela del mono que está atravesando y que nunca esperó tener. Ford pasó a ser el primer paciente en los Estados Unidos que decidió contar públicamente cómo se vive con la viruela símica mientras se mantiene en aislamiento.
Por Infobae
La infección de la viruela del mono ha generado un brote en múltiples países, con 5.398 casos confirmados según el sitio OurWorldInData. Dentro de ese total, 51 casos son personas afectadas que residen en América Latina. En España, se han diagnosticado 800 personas.
Hasta el 17 de junio, Ford sabía que los casos de viruela del mono se estaban extendiendo por todo Estados Unidos, pero nunca se preocupó por la posibilidad de estar en riesgo de adquirir la infección. Sin embargo, ese día un amigo que fue diagnosticado con la infección se puso en contacto con Ford, y así se enteró de que probablemente había estado expuesto a la enfermedad a través del contacto piel con piel.
Más tarde, Ford dio positivo en la prueba de la viruela símica y decidió usar las redes sociales como Twitter y TikTok para advertir a los demás de lo grave que puede ser la enfermedad. “Al principio me quedé en shock cuando colgué el teléfono. Sabía que la viruela del mono estaba presente en el mundo, pero era la primera vez que oía que alguien que conocía entraba en contacto con ella. Mi primer pensamiento fue: ´Mierda, se supone que tengo que ir a Nueva York para el Orgullo el fin de semana siguiente; si tengo viruela del mono, esto va a desbaratar semanas de mi vida”, contó.
Esta semana, el actor fue entrevistado por diferentes medios de comunicación estadounidense y contó que por fin se siente mejor tras dos semanas con los síntomas. Lo primero que notó fueron unas marcas parecidas a “un grano” que acabaron siendo lesiones de la viruela. Unos días más tarde, desarrolló intensos síntomas parecidos a los de la gripe, pero a medida que estos desaparecían -expresó-, “fueron apareciendo más y más lesiones… Y lo peor de todo fue el dolor. Hasta el punto de que me tuvieron que recetar analgésicos narcóticos sólo para poder dormir”.
Ford reparte su tiempo entre Chelsea, en Manhattan, y California, y ahora está aislado en Los Ángeles. Los médicos le ordenaron que se aísle hasta que sus lesiones desaparezcan, lo que puede tardar hasta cuatro semanas. Y comentó que intentó conseguir medicación para la viruela del mono, pero que la burocracia se interpuso en el camino.
Los médicos le ordenaron que se aísle hasta que sus lesiones desaparezcan, lo que puede tardar hasta cuatro semanas (foto: Twitter @JMatthiasFord)
La medicación “está autorizada para la viruela, pero no específicamente para la viruela del mono, así que tengo muchos amigos que intentaron conseguirla y se les denegó, yo incluido”, dijo Ford, quien dio una entrevista al canal CBS New York. Criticó a las autoridades sanitarias por su “mediocre” trabajo en las pruebas de detección del virus, que ha dejado muchos casos sin diagnosticar.
El actor expresó que los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) se han esforzado poco en la realización de los testeos, y ha dicho que los funcionarios tardaron tres días en diagnosticar su enfermedad, momento en el que “ya sabía” lo que iban a decir. Al revelar su diagnóstico a Buzzfeed, Ford dijo que se contagió del virus tras tener “contacto piel con piel” con otro paciente.
El actor y escritor, que se describe a sí mismo como un “orgulloso hombre abiertamente gay”, detalló que al principio notó manchas en su “zona de ropa interior”, lo que le indicó que había contraído el virus. En los días siguientes se extendieron por el resto del cuerpo, incluyendo la cara, los brazos, las manos y el abdomen.
En total, Ford contó que tuvo 25 manchas y dijo que tras su aparición empezaron a “llenarse de pus” y a picar. Varias de esas manchas, sobre todo en la “zona sensible”, se volvieron tan dolorosos que le impedían dormir por la noche sin tomar analgésicos. “Creo que en total he contado 25 y también hay algunos en zonas más sensibles que suelen ser los más dolorosos. Son tan dolorosas que tuve que ir al médico para que me diera analgésicos sólo para poder dormir”, escribió.
Ford también empezó a sufrir síntomas parecidos a los de la gripe en las primeras fases, que van desde fiebre, escalofríos, sudoración nocturna y tos. La mayoría de los síntomas ya han remitido, pero permanecerá allí hasta que las manchas se hayan curado y las costras hayan caído. Una enfermera lo controla diariamente por teléfono.
Otro paciente, residente en Chicago, también dio a conocer su diagnóstico en las redes sociales, pero ha optado por permanecer en el anonimato, bajo el seudónimo de “thatgaydoctor”.
Una de las lesiones de la viruela en la cara de Matt Ford (foto: Twitter @JMatthiasFord)
Los estudios sobre viruela símica habían indicado que los pacientes experimentan inicialmente síntomas similares a los de la gripe -como tos o fiebre- antes de que aparezca la erupción característica y se extienda por todo el cuerpo. Pero en el brote actual, el orden de aparición de los síntomas es diferente según los Centros de Control y Prevención de Enfermedades.
Muchos pacientes están viendo aparecer erupciones y manchas alrededor de las zonas genitales y anales como primera señal de alarma. A eso le siguen síntomas similares a los de la gripe y una erupción que se extiende al resto del cuerpo.
Se considera que la viruela del mono se transmite por contacto estrecho de piel a piel, pero no se descarta que puede también propagarse por el aire como el coronavirus en algunos casos. En el brote actual, la infección se estaría transmitiendo sobre todo a través de las relaciones sexuales en las que las personas entran en contacto con las lesiones infecciosas. Pero las autoridades sanitarias consideran que no es una enfermedad de transmisión sexual, y puede contagiarse sin ninguna actividad sexual.
