Por: José Eliécer Palomino Rojas.
Como microcosmos, los pensionados, son la nomenclatura que se convierten en uno más dentro del territorio nacional e internacional, estos representan el esfuerzo de ser pensionados en medio del trabajo acabado (trabajo completo), mediante una ardua y estratégica táctica, que les permitieron obtener grandes conocimientos en la parte de la generación eléctrica y en la producción de bienes de consumo.
Las nuevas generaciones deben saltar y tomar posición, como el fruto del coco en la palma, para obtener un tránsito tolerable de máquinas, tecnologías y de hombre quizás robotizado, sin olvidar que la esencia racional y humana siempre superará las acciones robóticas, después de las edificaciones de cemento, edificaciones que en forma tajante, arrolladora e implacable atentan contra la belleza natural del medio ambiente, y contra las capacidades laborales del mismo Ser Humano, porque de acuerdo a algunos gobiernos de turno, que van presentándose en el país, con sus respectivas reformas pensionales, reformas laborales, solo alcanzarán a beneficiarse un 50% de la población Colombiana, debido al desalojo físico de grandes zonas productivas del territorio nacional, y la contratación intermitente en los empleos de las nuevas generaciones, desde sus múltiples profesiones.
Es de resaltar que hay mucho interés en la mano de obra trabajadora de algunos países que ya conocieron a Colombia, dando como resultado la concentración de la producción nacional; trayendo consigo trabajo, contratación e inversión en el área del medio ambiente, petrolero, minero y energético, dejando a un lado una mayor inversión en el sector agrícola, educación y de la salud; en donde al personal agropecuario, educativo y de la medicina, día a día los mantienen divorciados, despojados de las relaciones industriales ante las grandes industrias; como se puede evidenciar en la ausencia de maquinarias, instrumentos médicos modernos, materiales didácticos, capacitaciones renovadas y contrataciones dignas, en propiedad e indefinidas, versus contrataciones como las que se ven en la actualidad, contrataciones impregnadas a terceros llenas de corrupción, mermeladas, vueltas un carrusel de contratación que, pululan y obstaculizan una sana y verdadera oportunidad, de adquirir una digna pensión en los diversos sectores mencionados; ante este orden de ideas surgen las siguientes preguntas problematizadoras:
– ¿Será posible que dentro de las décadas futuras, se logre controlar las inversiones inescrupulosas en el sector petrolero, minero, energético, producción serial de enlatados, productos tóxicos, contrataciones indignas, inhumanas e intermitentes, que participan de la descertificación del territorio nacional (Política de Vulcanólogo) que contrarrestan, posesionan el monopolio y la contingencia de las multinacionales en la economía, para que las nuevas generaciones y profesiones, alcancen en gran parte porcentual, el logro de pensionarse con verdadera dignidad y temple humano?, debido a la evidencia en la actualidad, que muchos empleados desde sus diversas profesiones, los emplean por medio de aquellos contratos llamados «OPS» que jocosamente el común del pueblo lo llaman con el calificativo, contratos de: (Orden de Opresión de Servicios), u «OPS»(Orden Perversa de Servicios), a los cuales contratos, entran a mucho personal, con salario devengado de acuerdo a su preparación y contrato intermitente de 3 meses o si mucho 6 meses, para luego con una circular del «Ha Sido», ha sido un placer haberlo tenido y contar con su servicio en la empresa, sin prestaciones dignas para que continúe cotizando para una futura o probable pensión que algunas veces, si no es porque no pudo cotizar por la falta de dinero, porque el contrato se lo terminaron, otras veces es porque como fue contratado en edad avanzada, el tal contratico de «OPS» no le permitió alcanzar ni disfrutar la pensión, porque su cuerpo y sus sentidos por su edad avanzada de 65, 75, 80 años, no resistió, falleció, no disfrutó la pensión y la pensión se perdió, porque no tuvo un familiar a quien dejar la pensión que, luchó y sudó para lograrla, como está sucediendo a muchos empleados de las diversas profesiones, que han sido contratados de esa forma provisional, intermitente e inhumana.
– ¿Hasta qué punto las nuevas generaciones, se verán en aprietos para prepararse a lamer piedras, beber mercurio y petróleo, vivir indignamente, por la inconsciente inversión e injusta contratación por la falta de apoyo a los sectores huérfanos de la agricultura, la medicina, la educación por parte de algunos gobiernos? .- ¿No será más bien que algunos gobiernos salientes y entrantes, buscan únicamente laminar los corazones, jactar los bolsillos de unos pocos, por la avaricia del oro negro y el oro amarillo, sin prever la «Hecatombe» que se avecina para toda la humanidad? Concluyó JEPARDINI.