Tegucigalpa – La crisis de violencia en Catacamas, Olancho, alcanzó un nuevo nivel este domingo cuando, desafiando la presencia de un contingente especial de 120 policías y un estado de sitio en vigor, se registró un nuevo homicidio en la colonia 4 de Mayo, elevando a siete el número de víctimas mortales en menos de 48 horas.
«Creo que sumaría la séptima víctima», confirmó con visible preocupación el alcalde Marco Ramiro Lobo durante una entrevista en vivo, mientras reclamaba acciones más efectivas de las autoridades.
«Más allá de elementos preventivos, necesitamos agilizar las investigaciones. Ya estamos acostumbrados a solo levantar cadáveres», expresó el edil.
El balance de violencia en la ciudad natal de la familia presidencial es alarmante:
- Cinco tiroteos en diferentes puntos de la ciudad
- Siete personas fallecidas
- Nueve heridos, incluyendo dos mujeres
- Tres atentados en menos de tres horas el sábado
El comisario Cristian Nolasco reveló que la espiral de violencia podría estar relacionada con un incidente inicial donde fallecieron un reconocido ganadero y tres hermanos, desencadenando posibles venganzas.
Como medida preventiva, las autoridades han ordenado el cierre de establecimientos que venden bebidas alcohólicas por 24 horas adicionales.
«Catacamas es prácticamente un pueblo fantasma», describió el alcalde Lobo, señalando que los habitantes permanecen encerrados en sus hogares ante la oleada de violencia que ha golpeado barberías, expendios de bebidas y zonas céntricas de la ciudad.
La situación ha generado críticas sobre la efectividad de las medidas de seguridad implementadas, pues incluso con el refuerzo policial y las restricciones vigentes, la violencia continúa cobrando vidas en esta importante ciudad olanchana.