Tegucigalpa – En una jornada de protesta marcada por el descontento, transportistas se apostaron en la carretera que une Tegucigalpa con Olancho, específicamente en Cerro Grande, para expresar su rechazo a lo que describen como sanciones excesivas por parte del Instituto Hondureño de Transporte Terrestre (IHTT) y la Dirección Nacional de Vialidad y Transporte (DNVT).
Los operativos recientes han resultado en la retirada de licencias y la imposición de multas elevadas, afectando gravemente a los trabajadores del sector.
El líder de los transportistas, Wilmer Cálix, denunció las condiciones bajo las cuales se están imponiendo estas sanciones, señalando que están despojando a personas humildes de su derecho a trabajar.
“Esta gente sin trabajar no tiene qué comer, como si el gobierno los va a mantener”, expresó Cálix durante la protesta, donde también criticó al gobierno por el retraso en pagos que ya suma ocho meses.
En un tono desafiante, Cálix advirtió que no están simplemente amenazando, sino que planean llevar sus quejas ante el Ministerio Público, acusando al IHTT de otorgar concesiones de manera ilegal.
La protesta escaló con la quema de llantas y la colocación de piedras, acciones que interrumpieron el flujo vehicular en la zona, llevando a la intervención de la Policía Nacional para restablecer el tránsito.
El bloqueo y las manifestaciones subrayan la intensa frustración de los transportistas y su exigencia de un trato más justo y transparente por parte de las autoridades reguladoras.