Tegucigalpa – En Honduras, el problema de la extorsión a los transportistas es una realidad que ha afectado al sector durante años.
Los grupos delictivos obligan a los conductores de los autobuses, taxis, mototaxis y otros vehículos a pagar grandes cantidades de dinero cada mes para poder operar en las rutas establecidas.
Según el dirigente del transporte Jorge Lanza, la suma total que se paga en todo el país es de alrededor de 250 millones de lempiras mensuales.
Este cobro extorsivo ha generado una problemática insostenible para los transportistas, quienes en varias ocasiones han tenido que paralizar por días sus rutas como forma de protesta y llamado de atención a las autoridades.
A pesar de que se trata de grupos organizados, en muchos casos se ha identificado a los propios transportistas como autores o cómplices del cobro de la extorsión.
Ante esta situación, Lanza ha manifestado la disposición del sector para colaborar con las autoridades en la identificación de los responsables y en la erradicación de esta práctica delictiva.
Asimismo, ha mencionado la posibilidad de que existan personas coludidas con el crimen organizado dentro del propio sector del transporte, lo que agrava aún más la problemática.