Tegucigalpa – La situación de extorsión que enfrentan los transportistas urbanos en Honduras se ha vuelto insostenible, según declaraciones del dirigente Jorge Lanza.
En el Distrito Central, dos nuevos grupos identificados como los 12 Discípulos y la M-1 han comenzado a exigir el pago de extorsiones a las diferentes rutas que aún operan, lo que ha provocado la paralización de alrededor de 150 unidades de transporte.
Ante esta situación, los transportistas se encuentran en una encrucijada, ya que la falta de capacidad de pago de extorsión ha llevado a varias rutas a desaparecer y a otros a entregar sus unidades al crimen organizado.
Lanza afirmó que el Ministerio de Seguridad tiene una capacidad logística limitada para combatir y prevenir el delito de extorsión, lo que ha dejado a los transportistas sin muchas opciones.
En este contexto, el dirigente sugiere que lo más barato para ellos es entregar sus unidades al crimen organizado y esperar que les devuelvan algo de lo que les sobre.
Sin embargo, esto no es una solución a largo plazo y sólo agrava el problema de la delincuencia organizada.
La extorsión consiste en obligar con violencia o intimidación a otra persona a realizar u omitir un acto o negocio jurídico en perjuicio de su patrimonio o del de un tercero.
En el caso de los transportistas, los grupos delictivos exigen pagos a cambio de seguridad y la posibilidad de operar en las rutas establecidas.
Esta práctica ha sido una constante en Honduras, pero la aparición de nuevos grupos exigiendo mayores pagos ha llevado a una situación de crisis en el sector del transporte urbano.
La situación de extorsión que enfrentan los transportistas urbanos en Honduras se ha vuelto insostenible debido a la aparición de nuevos grupos exigiendo mayores pagos.
La falta de capacidad de pago de extorsión ha llevado a la paralización de cientos de unidades de transporte y a la desaparición de varias rutas.
Los transportistas se encuentran en una encrucijada, sin muchas opciones a su disposición.
La entrega de sus unidades al crimen organizado es sólo una solución temporal que empeora la situación de la delincuencia en el país.
