Tegucigalpa – Honduras reajusta su mapa de alertas tras la disipación de Sara, pero el peligro persiste: mientras el Caribe hondureño experimenta un respiro con la reducción a alerta amarilla, la zona sur permanece en máximo riesgo bajo alerta roja, según informó hoy la Secretaría de Gestión de Riesgo y Contingencias Nacionales (Copeco).
Los departamentos de Choluteca y Valle enfrentan 24 horas críticas, con la amenaza latente de los remanentes del sistema que, aunque debilitado, continúa generando lluvias y chubascos dispersos.
El Centro Nacional de Estudios Atmosféricos, Oceanográficos y Sísmicos (Cenaos) advierte sobre posibles crecidas en los ríos que desembocan en el Golfo de Fonseca.
La región caribeña del país -Gracias a Dios, Colón, Atlántida, Islas de la Bahía, Yoro y Cortés- experimenta una disminución en el nivel de alerta, uniéndose a Olancho, El Paraíso, Francisco Morazán y Santa Bárbara bajo alerta amarilla. Mientras tanto, los departamentos centrales y occidentales mantienen precauciones moderadas.
«La amenaza no ha terminado», advierten las autoridades, manteniendo un llamado urgente a la población en zonas vulnerables para evacuar ante cualquier señal de peligro. Los suelos saturados y el riesgo de deslizamientos mantienen en vilo a las comunidades ribereñas y montañosas.
Copeco insiste en la prohibición de cruzar vados y riachuelos crecidos, mientras las autoridades locales mantienen una vigilancia constante en las zonas propensas a deslaves e inundaciones.