Tegucigalpa – Alrededor de 421 reclusos que se encontraban internos en la Penitenciaría Nacional de la aldea de Támara, periferia norte de la capital, han sido trasladados a cárceles de máxima seguridad y demás centros penales.
Casa Presidencial informó en su cuenta de Twitter que desde horas de la mañana sobre operación en la que se busca reubicar a miembros de estructuras criminales que continúan causando terror en la sociedad.
“Desde muy temprano iniciamos operativo de traslado de 421 reos para endurecer las medidas de máxima seguridad en Támara y otros centros penitenciarios. Ante el abuso evidenciado de llamadas, irregularidades de visitas de familiares y abogados, debemos tomar acciones contundentes”, escribió en su cuenta de Twitter el presidente Juan Orlando Hernández.
Asimismo, advirtió que: “No vamos a retroceder ni un milímetro en la lucha para liberar a Honduras del terror que causan las maras y pandillas. Ya sabemos quiénes quieren cerrar las cárceles para tener contentos a sus amigos, pero aquí no hay retroceso. la SEGURIDAD DEL PUEBLO HONDUREÑO es primero”.
Según las autoridades, esta operación obedece a que los presidiarios no continúen enviando órdenes de extorsión y asesinatos desde el interior de esa cárcel.
Los privados de libertad son trasladados por miembros de la Fuerza de Seguridad Interinstitucional Nacional (Fusina), a petición del Instituto Nacional Penitenciario (INP), a las cárceles de máxima seguridad de El Pozo en Ilama, Santa Bárbara, noroccidente de Honduras y a La Tolva en Morocelí, El Paraíso, oriente del país.