Tegucigalpa – En una operación llevada a cabo por las Fuerzas Armadas a través de la Policía Nacional del Orden Público (PMOP), aproximadamente treinta líderes de grupos criminales fueron trasladados este miércoles desde la cárcel de Morocelí, conocida como La Tolva.
Estos privados de libertad, considerados de alta peligrosidad, fueron reubicados en otro centro penitenciario cuyo nombre no fue especificado.
El traslado se llevó a cabo mediante cápsulas de seguridad, garantizando así el resguardo de los reclusos y la prevención de cualquier incidente. Esta acción forma parte de los esfuerzos del gobierno por recuperar la gobernabilidad en las prisiones hondureñas, consideradas como «escuelas del crimen».
La decisión de intervenir las cárceles y reubicar a los líderes criminales surge como respuesta a la masacre de 46 reclusas en la Penitenciaría Nacional Femenina de Adaptación Social (PNFAS) el pasado 20 de junio.
Previamente, se había declarado una emergencia en el sistema penitenciario debido a los numerosos tiroteos en las principales cárceles del país. Sin embargo, la intervención liderada por Julissa Villanueva, designada para este propósito, tuvo resultados limitados, ya que se registraron varios incidentes violentos durante los 70 días de su gestión.
Ante la gravedad de la situación, el gobierno tomó la medida más significativa de asignar el control de los recintos carcelarios a las Fuerzas Armadas a través de la PMOP, un cuerpo élite creado durante la administración anterior y considerado como la oposición en aquel entonces. Esta medida busca restablecer la seguridad y el orden en las prisiones del país.
Además, como parte de las medidas implementadas, el gobierno ha autorizado la construcción de una megacárcel en las Islas del Cisne, mediante decretos de PCM.
Esta iniciativa busca hacer frente a los constantes tiroteos y disturbios en los centros penitenciarios, especialmente en las cárceles de máxima seguridad.
El retorno de la Policía Militar del Orden Público (PMOP) a la administración de los centros penitenciarios también es otro aspecto relevante en esta situación, tras los trágicos sucesos ocurridos en la Penitenciaría Nacional Femenina de Adaptación Social (PNFAS), donde perdieron la vida 46 mujeres.
Estas acciones buscan restablecer el control y garantizar la seguridad en las cárceles hondureñas.