Tegucigalpa – La posible expansión del Tren de Aragua hacia Honduras ha encendido las alarmas en las autoridades de seguridad del país. El General Miguel Martínez Madrid, director de comunicaciones de la Secretaría de Seguridad, reconoció que no pueden confirmar ni descartar la presencia de esta temida organización criminal venezolana en territorio hondureño.
La preocupación surgió tras el reciente asesinato del narcotraficante hondureño Byron Ruiz en Guatemala el 12 de febrero de 2025, donde las autoridades guatemaltecas identificaron al perpetrador como miembro del Tren de Aragua, marcando la primera evidencia clara de operaciones de este grupo en la región del Triángulo Norte.
Martínez Madrid reveló que la Policía Nacional hondureña ha participado activamente en reuniones estratégicas en Sudamérica para comprender mejor la operatividad de esta organización criminal.
El Tren de Aragua, una de las organizaciones criminales más poderosas de América Latina, tuvo sus orígenes en una cárcel venezolana. Su expansión ha sido meteórica, estableciendo operaciones en numerosos países del continente, incluyendo Brasil, Ecuador, Bolivia, Perú, Chile, Panamá, Costa Rica, México y Estados Unidos.
Recientemente, su presencia se ha detectado en países centroamericanos, generando preocupación por su posible infiltración en Honduras.
Según el vocero, el Tren de Aragua ya mantiene presencia confirmada en México y Estados Unidos desde 2019, aunque su expansión hacia Centroamérica era hasta ahora desconocida.
Ante esta amenaza emergente, el director de comunicaciones enfatizó la importancia del plan de excepción como herramienta fundamental para combatir a las organizaciones criminales, señalando que es «la única herramienta a la cual le tienen temor» los grupos delictivos como la Mara Salvatrucha.
La potencial presencia del Tren de Aragua en la región genera especial preocupación dado el contexto actual de violencia generalizada en el Triángulo Norte, donde diversos grupos criminales mantienen una fuerte presencia y control territorial. Esta nueva amenaza podría complicar aún más los esfuerzos de las autoridades por mantener la seguridad en la región.
