Tegucigalpa. – Tres doctores que, además de ser colegas y compartir su amor por la profesión, celebraban juntos los días especiales de cada uno; sin embargo, esas festividades ahora las harán desde el cielo, luego que perdieran su vida luchando por salvar a otros que se contagiaron de Covid-19.
Quizá hace un año estos honorables profesionales nunca se imaginaron que un virus doblegaría al mundo, o nunca pensaron que ellos serían los principales soldados de una guerra contra un enemigo invisible que, al final acabó con sus vidas.
Desde que se declaró la emergencia por la pandemia uno por uno, fueron perdiendo la batalla. La más reciente pérdida sucedió en horas de la mañana de hoy, 27 de enero.
Se trata de Saúl Midence, quién era técnico anestesiólogo en la zona industrial del país, quien no pudo ganar la partida contra el temible coronavirus.
El segundo era el anestesiólogo, Carlos Salina, quién partió de esta vida el pasado mes de noviembre de 2020.
Tres meses después de anunciarse el primer contagio en Honduras en 2020, el colega de ellos, el técnico anestesiólogo, Carlos Dubón, se convirtió en la primera víctima de este trío de compañeros.
Hoy en día sus partidas generan consternación, puesto que estuvieron siempre al frente ayudando a cientos de hondureños afectados por el virus. Incluso, aún con el miedo de contagiarse, nunca se rindieron y permanecieron hasta el final.
Hasta la fecha, la situación del coronavirus no parece mejorar, debido a que cada vez resultan más positivos a el mal viral, situación que preocupa a los profesionales que aún siguen batallando, pues esa carga recae solamente en ellos.
