El Tribunal Supremo de Minesota (EEUU) paró hoy el intento de un grupo de votantes para impedir que el expresidente de Estados Unidos Donald Trump participara en las primarias del Partido Republicano en este estado.
En su resolución, publicada esta tarde por CNN, el mismo tribunal dijo no obstante que los promotores de la demanda pueden volver a intentar bloquear el nombre de Trump en las elecciones presidenciales si el exmandatario gana la nominación republicana.
Un grupo de votantes del estado había presentado esta demanda para tratar de impedir que Trump sea elegible, y pedía a los jueces que aplicaran la sección 3 de la 14ª Enmienda de la Constitución, que fue ratificada después de la Guerra Civil y que prohíbe a los funcionarios estadounidenses que “participen en insurrecciones” ocupar cargos en el futuro.
Pero la Constitución no dice cómo hacer cumplir la prohibición, y sólo se ha aplicado dos veces desde 1919, por lo que muchos expertos ven estas impugnaciones como una posibilidad remota.
Los demandantes pedían en su demanda que se excluyera a Trump tanto de las primarias del estado como de la papeleta para las presidenciales si es finalmente el candidato.
Aunque el Supremo ha desestimado la demanda, y permite a Trump participar en las primarias del estado, sí advierte de que esta decisión no afecta a las presidenciales, por lo que deja abierta la posibilidad de demanda en caso de que sea el candidato definitivo.
No obstante, durante la exposición de los argumentos de este caso, celebrada la semana pasada, los jueces del Supremo de Minesota ya expresaron su escepticismo sobre la posibilidad de eliminar a Trump de la papeleta electoral.
Uno de ellos dijo que sería prudente ejercer “moderación judicial”, mientras que otro recalcó que deberían ser los votantes los que decidan si Trump vuelve a la Casa Blanca.
En Colorado y Michigan hay demandas similares contra Trump promovidas por organizaciones de votantes progresistas, aunque también hay uno bipartidista de juristas y exjuristas que defienden la necesidad de inhabilitar al expresidente para el cargo.
Independientemente de las sentencias iniciales en estos casos, es de prever que alguna o varias de estas apelaciones acaben llegando hasta el Tribunal Supremo de EEUU, de mayoría conservadora.
