Tegucigalpa – La madrugada del lunes en la tranquila localidad de San Juan Guarita, ubicada en el departamento de Lempira, al occidente de Honduras, fue escenario de un trágico suceso que dejó consternación en la comunidad. Tres personas, Óscar Escobar de 32 años, Antonio López de tan solo 16 y Rosa López de 56 años, perdieron la vida de forma violenta en su propia vivienda.
La aldea El Zapote de San Juan Guarita se vio envuelta en una escalofriante escena que dejó un lúgubre rastro de heridas de bala y muerte. La Policía Nacional, tras recibir el reporte del incidente, acudió al lugar de los hechos para llevar a cabo las primeras investigaciones. En el sitio, se encontró evidencia de un acto violento que habría ocurrido en el interior de la casa de las víctimas.
La comunidad de San Juan Guarita, en shock por este acto sin sentido, se unió en solidaridad ante la tragedia. En un esfuerzo por esclarecer los hechos y llevar a los responsables ante la justicia, las autoridades procedieron a la detención de una persona para su investigación, con la esperanza de obtener información crucial que permita identificar a los perpetradores de este crimen atroz.
Los cuerpos de las víctimas, marcados por las huellas de la violencia armada, fueron trasladados a la morgue de San Pedro Sula, en el norte de Honduras, para la realización de las autopsias correspondientes y la posterior entrega de los restos a sus familiares. La comunidad y las autoridades locales se mantienen en alerta y colaboración para garantizar que se haga justicia por esta lamentable pérdida de vidas humanas en un hecho que ha conmocionado a la región.
