Washington. – Las campañas del presidente Donald Trump y del candidato demócrata Joe Biden se trasladaron el martes a varios estados bisagra, en los que a una semana de las elecciones ambos políticos están codo a codo, según las encuestas de intención de voto.
El presidente Trump viajó a Michigan en un mini tour que también le llevó a Wisconsin y al que pondrá fin esta noche en Nebraska. En Lansing, Michigan, Trump atacó a la gobernadora demócrata, Gretchen Whitmer, por las medidas que ha tomado para frenar la pandemia del coronavirus.
“Gobernadora, deja que tu estado reabra, que los chicos vuelvan a la escuela. No eres una buena gobernadora”, dijo el presidente, a lo que los asistentes al mitin respondieron con cánticos de “¡enciérrenla!”.
Trump bromeó diciendo que lo criticarían si animaba a sus seguidores a repetir el eslogan: “No comento sobre eso porque cada vez, incluso si hago un pequeño gesto, dicen ‘el presidente los azuzó’; no tengo que azuzarlos”.
A principios de mes, el FBI frustró un plan para secuestrar a Whitmer, los sospechosos contaban con el apoyo de una milicia de ultra derecha, creían que la gobernadora violó la Constitución estadounidense al imponer restricciones en su estado debido a la pandemia.
Antes de salir hacia Michigan, hablando con reporteros, el presidente volvió a sembrar dudas sobre el sistema electoral, a una semana de los comicios, asegurando que sería “inapropiado” que el conteo de los votos por correo se prolongue después del 3 de noviembre, una opción que se prevé muy posible debido al peso del voto por correo este año por causa de la pandemia.
«Sería muy, muy apropiado y muy agradable si se declarara un ganador el 3 de noviembre, en lugar de contar las boletas durante dos semanas, lo cual es totalmente inapropiado y no creo que siga nuestras leyes», dijo Trump a periodistas en la Casa Blanca.
En su segunda parada del día, en Wisconsin, Trump criticó también al gobernador demócrata y aseguró que, de ser elegido Biden, las medidas que impondrá para frenar la pandemia “destruirán el país”. El candidato demócrata ha dicho que pedirá a los gobernadores emitir un mandato nacional de uso de tapabocas y también exigirá mascarillas en viajes interestatales si es lo que recomiendan las autoridades sanitarias.
El presidente, además, arremetió contra los medios de comunicación, diciendo que se centran demasiado en el coronavirus.
“Con los medios falsos todo es Covid, Covid, Covid…yo lo tuve, aquí estoy”, dijo el presidente, en medio de un aumento de casos en la mayoría de los estados, con Wisconsin siendo uno de los estados más afectados. El martes, el estado norteño rompió el récord de contagios con desde el inicio de la pandemia con 5,262 en un día y 64 muertes.
Obama aboga por «un presidente normal»
Por su parte, el candidato demócrata Joe Biden y el expresidente Barack Obama hicieron campaña en los estados sureños de Florida y Georgia, donde criticaron duramente al presidente Donald Trump y su personalidad.
En Orlando el expresidente lanzó duras críticas contra Trump y su manejo de la pandemia, asegurando que de ser elegido su ex mano derecha, los estadounidenses tendrán un presidente “normal”.
“Con Joe y Kamala al mando (…) podrá haber un día entero donde no tuiteen alguna locura (…), no será tan agotador; tener a un presidente normal”, dijo el expresidente en Orlando, en un mitin en el que los asistentes permanecieron en sus carros.
Obama aseguró que la estrategia del gobierno de Trump hacia la pandemia demuestra “incompetencia y desinterés” y aseguró que Biden tiene un “plan y políticas concretas” para encarar el virus.
“Esta pandemia hubiera sido retadora para cualquier presidente (…), pero pensar que la Casa Blanca ha hecho algo distinto a estropear todo esto es un sinsentido”, sentenció.
Obama, quien fue presidente por dos términos, entre 2009 y 2017, ha redoblado sus esfuerzos en la campaña por Biden, con tres eventos en persona en la última semana, centrados principalmente en Florida, un estado clave en las presidenciales.
“Discurso falso para Biden, un hombre al que casi no pudo apoyar porque no podía creer que había ganado”, escribió el presidente.
En Warm Springs, a una hora de la capital de Georgia, Biden dijo que Trump era un charlatán y le acusó de haberse rendido ante la crisis sanitaria que atraviesa el país, en medio de un creciente número de casos de coronavirus y tensiones raciales.
Haciendo referencia a la última encíclica del papa Francisco, Biden equiparó a Trump con los “charlatanes, embusteros y populistas engañosos” que EE. UU. “ha visto a través de su historia” y que “buscan jugar con los miedos y apelar a nuestros peores instintos (…) para su propia ventaja política”.
Georgia, un estado tradicionalmente republicano, se ha convertido en estas elecciones en un campo de batalla, con los dos candidatos igualados en las encuestas de intención de voto. El exvicepresidente hizo otra parada en Atlanta, la capital del estado donde ningún candidato demócrata a la presidencia ha ganado en el estado sureño desde 1992.
En su discurso, Biden también tocó el tema de violencia policial, avivado esta semana por la muerte a manos de la policía de William Wallace Jr, un hombre afroestadounidense, en Filadelfia, un suceso que ha desatado una oleada de violencia en la ciudad.
“Una temporada de protestas ha estallado en todo el país. Algunas son solo incendios sin sentido y saqueos (…) pero muchas son un grito por la justicia por parte de una comunidad que ha tenido una rodilla sobre su cuello por mucho tiempo”, dijo el demócrata, haciendo alusión a George Floyd, el hombre afroestadounidense que murió cuando se encontraba bajo custodia de la policía en Minneapolis, el pasado 25 de mayo, generando una fuerte ola de manifestaciones por todo el país.
Biden dijo que las muertes de Floyd y otros afroestadounidenses que fallecieron por causa de la violencia policial “van a inspirar una nueva ola de justicia en EEUU”.