Washington – El equipo médico que trata al presidente estadounidense, Donald Trump, en un hospital militar por su infección de COVID-19 aseguró este sábado que el mandatario ya no tiene fiebre, no necesita oxígeno, está trabajando y evoluciona «muy bien».
El doctor del presidente, Sean Conley, aseguró en rueda de prensa que Trump mantiene una terapia del antiviral Remdesivir de cinco días y que irán decidiendo sobre la marcha si es necesario que siga recibiendo tratamiento y vigilancia en el hospital militar de Walter Reed, a las afueras de Washington, donde fue ingresado la tarde de ayer, o puede regresar a la Casa Blanca.
El mandatario tiene un nivel de saturación de oxígeno en sangre del 96 % y «todo indica que no necesitará oxígeno», según Conley, quien estuvo acompañado por el equipo médico y de enfermería que atiende al presidente en la planta presidencial del nosocomio.