Tegucigalpa – La Universidad Nacional Autónoma de Honduras (UNAH) vivió una mañana de transición el pasado jueves, cuando finalmente se reanudaron las clases presenciales después de un prolongado período de tomas y protestas estudiantiles que duraron 11 días.
A pesar de que la universidad había emitido un comunicado el miércoles, anunciando la continuación de las clases en modalidad virtual y teletrabajo, los portones principales de acceso a las instalaciones amanecieron despejados, lo que sorprendió a muchos.
Sin embargo, es importante señalar que el número de estudiantes que regresaron a las aulas en este día fue bastante reducido.
Esto se debe a que el segundo trimestre del año académico ya había concluido, y solamente los universitarios de ciertas carreras que funcionan por semestres, como arquitectura y odontología, regresaron a las instalaciones.
Por otro lado, el Frente de Reforma Universitaria (FRU), que había liderado las protestas y tomas, emitió un comunicado en el que anunciaron su retirada de la protesta.
Esta decisión fue tomada con el objetivo de salvaguardar su integridad física, ya que aseguraron haber sido objeto de «amenazas y hostigamientos».
Esto plantea un panorama de tensión y confrontación en el campus universitario, lo que hace que la comunidad educativa esté atenta a cómo se desarrollarán los acontecimientos en los próximos días.
El retorno a las clases presenciales es un paso importante para la UNAH, ya que representa una vuelta a la normalidad después de un período de agitación y tensión.
Sin embargo, la situación aún es delicada, y será necesario que tanto las autoridades universitarias como los estudiantes busquen vías de diálogo y entendimiento para resolver las diferencias y trabajar juntos en pro de una educación de calidad en Honduras.
