Tegucigalpa. – El cardenal hondureño Óscar Andrés Rodríguez, cuestionó este domingo a quienes dedican sus vidas en amasar riquezas y son extraditados a Estados Unidos acusados de narcotráfico y terminan “cantando” para reducir sus condenas.
En la homilía de este domingo el arzobispo capitalino, inició reflexionando sobre el papel que tiene la familia en la sociedad hoy en día, y cómo está siendo atacada.
Este domingo día del Señor, en la Basílica Nuestra Señora de Suyapa, el cardenal Rodríguez, dio paso a la apertura del mes dedicado al matrimonio y la familia, labor pastoral que nace desde 1980.
Asimismo, se reconoció la labor que realiza la Compañía de Jesús, en el mundo, en especial pidiendo por el Santo Padre, el Papa Francisco.
En la eucaristía, Rodríguez reflexionó sobre quienes pasan llenos de cosas, pero vacíos, y la falsa seguridad tarde o temprano se derrumba.
“No podemos ocultar que vivimos en una sociedad llena de codicia por las riquezas, aunque sea sin reglas morales y sin recordar los mandamientos de la Ley de Dios: No robar, y esto como que ya no existe si se llega a un cargo público y todo mundo piensa, hoy se va defender (robar, enriquecerse con lo que no cuenta”, cuestionó el prelado.
El purpurado preguntó que “¿en qué quedan esas personas?; Pensemos en todos los que viven del narco negocio que acumulan bienes, pero después quedan en manos de instituciones que ni los cuidan y tampoco les dan un sentido social. ¿Vale la pena vivir acumulando y después terminar en una cárcel el resto de sus días?
“En Puerto Lempira (…), una vez tuve una experiencia dolorosa en una reunión muy bella con unos niños, y a un pequeño le pregunté qué quieres ser cuando seas grande y él me dijo: ser narcotraficante”, relató.
“Un niño que ni entendía de que se trataba, pero veía aquellos que salían de la pobreza aparentemente, eran los dedicados al narco negocio, sin embargo, quedan extraditados pasando el resto de sus vidas en una cárcel o denunciando a otros como vulgarmente se dice: cantando los coros de Nueva York con tal de reducir las penas”, agregó.
“Por eso el Señor Jesús los llama insensatos porque pierden el sentido de la vida; dejemos a un lado ese negocio tan horrible donde simplemente la gente que aun honestamente vive para acumular, cambiaron el verdadero Dios por el becerro de oro del cual nos habla la Sagrada Escritura”, recordó.
Comentó que todos los que viven del “narco negocio”, acumulan bienes y estos después quedan en manos de instituciones.