Tegucigalpa – En la cárcel de máxima seguridad «El Pozo» en Ilama, Santa Bárbara, se registró un nuevo enfrentamiento durante la madrugada del jueves 18 de mayo de 2023, según informó el Instituto Nacional Penitenciario (INP).
El incidente dejó como saldo una persona fallecida, identificada como José Luis Deras Sorto, y dos heridos.
Los reclusos heridos fueron trasladados al Hospital Mario Catarino Rivas en San Pedro Sula, alrededor de las 4:00 de la mañana, de acuerdo con el médico de turno del Hospital de Santa Bárbara, Roberto Castellanos.
Los dos reos presentaban heridas de arma de fuego, y uno de ellos sufrió cuatro impactos de bala que causaron una fractura en su brazo izquierdo con compromiso vascular.
Hasta el momento, el INP no ha emitido un informe oficial sobre los hechos ocurridos dentro del centro penitenciario. Sin embargo, en horas de la mañana se especuló que los involucrados podrían ser miembros de la pandilla-18.
Estos incidentes continúan teniendo lugar en diversas cárceles de máxima seguridad, a pesar de las medidas anunciadas por la interventora Julissa Villanueva para restablecer la gobernabilidad en los centros penitenciarios. Además, se esperaba que las Fuerzas Especiales de la Policía tomaran el control de las prisiones.
Desde que se declaró la intervención en las cárceles hondureñas, ha transcurrido más de un mes y se han llevado a cabo diversos avances en el proceso. Entre las medidas tomadas se encuentra la remoción de algunas autoridades y el nombramiento de nuevos funcionarios.
La encargada de liderar la intervención es la viceministra Julissa Villanueva, quien ha designado a otras autoridades clave en el proceso. Uno de los nombramientos más importantes fue el del nuevo director del Instituto Nacional Penitenciario, el comisionado José Adonay Hernández.
Además, como parte de las acciones de intervención, la interventora Julissa Villanueva ha ordenado a la Dirección Nacional de Fuerzas Especiales (DNFE) que tome el control de las cárceles del país con el objetivo de prevenir nuevos enfrentamientos y disturbios.
Hasta el momento, las autoridades han alertado sobre la estrategia utilizada por algunos reclusos, quienes provocan enfrentamientos con la intención de ser trasladados a hospitales y, desde allí, planear su escape.
A pesar de los esfuerzos realizados, los incidentes violentos en el interior de las cárceles de máxima seguridad continúan ocurriendo y aumentando las preocupantes estadísticas relacionadas con la gestión penitenciaria.
Es evidente que se requieren acciones adicionales y más efectivas para abordar esta problemática y garantizar la seguridad tanto de los internos como del personal penitenciario.
