Tegucigalpa. – La presidenta de Honduras, Xiomara Castro, abogó este domingo por el respeto de los derechos humanos y combatir la migración irregular en los países centroamericanos en el marco del Día Internacional del Migrante.
A través de Twitter, la mandataria hondureña aseguró que en su gobierno se luchará por la «dignidad, el respeto a sus derechos y frenar las causas de la migración».
«En el Día Internacional del Migrante, mi mensaje de aprecio a nuestras hermanas y hermanos que contribuyen con enorme sacrificio a sus familias y al desarrollo de Honduras. Luchamos por su dignidad, por el respeto a sus derechos, y trabajamos para frenar causas de la migración», escribió la mandataria.
El 18 de diciembre de cada año se conmemora el Día Internacional del Migrante, establecido por la Organización de Naciones Unidas (ONU).
La organización asegura que más de 280 personas han abandonado sus hogares «en busca de una mejor vida». Sin embargo, la cifra también comprende a miles de quienes han huido de guerras, hambruna y otras carencias.
En los últimos ocho años, al menos 51 mil personas han muerto en un intento por cruzar las fronteras, según información de la ONU.
Este año Honduras ha registrado el mayor flujo de migrantes de la región, por lo que se estima que el 2022 cierre con alrededor de 200 mil migrantes en tránsito, según autoridades migratorias, quienes señalan que en años anteriores esta cifra rondaba los 34 mil viajeros.
A la fecha, más de 180 mil extranjeros en condición irregular ingresaron a Honduras, que recién amplió una amnistía a la penalización por ingresar ilegalmente al territorio nacional.
La migración originada principalmente por motivos económicos y de inseguridad desde América Latina a Estados Unidos es una situación que se ha agravado en los últimos años por las denominadas caravanas de migrantes, predominantemente conformadas por personas provenientes de Centroamérica.
Recientemente, Estados Unidos anunció que se está preparando para el fin del Título 42, una norma sanitaria instaurada por el expresidente Donald Trump (2017-2021), y mantenida por el actual gobierno, que ha permitido hasta ahora expulsar a la mayoría de personas que cruzan la frontera sur
El gobierno de Joe Biden debe acatar una orden de un juez federal en Washington que ordenó a mediados de noviembre levantar la normativa, que calificó de «arbitraria y caprichosa».
Se espera que el fin de esta regla, que prohibió la mayor parte de las solicitudes de asilo en la frontera, conlleve un aumento en la cantidad de personas que llegan al sur de Estados Unidos con la esperanza de buscar refugio en el país.
El Departamento de Seguridad Nacional (DHS) ya delineó la estrategia que seguirá para hacer frente a una mayor llegada de migrantes, pero aseguró que el sistema estadounidense «no está diseñado» para lidiar con el flujo migratorio actual.