Ucrania y Rusia se acusan mutuamente de la voladura de la presa de Kajovka, al paso del río Dniéper por la provincia de Jersón, en el sur de Ucrania, lo que obliga a evacuaciones masivas de urgencia por inundaciones.
Por DW
El presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, condenó a «los terroristas» rusos por la destrucción la pasada madrugada de la presa de la Central Hidroeléctrica de Kajovka, en la provincia de Jersón del sur de Ucrania, que ha obliga a evacuar a la población de la zona por el desbordamiento de agua.
«La destrucción de la central eléctrica de Kajovka sólo confirma al mundo entero que deben ser expulsados de todos los rincones del territorio ucraniano», escribió Zelenski en su cuenta de Telegram, junto a un vídeo del desbordamiento del agua de la presa que ya es viral en Ucrania. Y añadió que «sólo la victoria de Ucrania devolverá la seguridad» al país.
Ucrania culpa a Rusia
El presidente ucraniano informó que ha convocado al Consejo Nacional de Seguridad y Defensa para abordar la situación. «Los terroristas no serán capaces de parar a Ucrania ni con agua, ni con misiles ni con nada», escribió también el mandatario, que parece sugerir que Rusia ha volado la presa para detener la contraofensiva ucraniana.
«Rusia ha volado las presas de la central hidroeléctrica de Kajovka. El propósito es obvio: crear obstáculos insalvables en el avance ucraniano; tomar la iniciativa informativa; ralentizar un final justo de la guerra», escribió directamente el asesor de la oficina presidencial ucraniana Mijailo Podolyak, igualmente en Twitter.
Según Podolyak, los efectos del desbordamiento se sentirán «en un vasto territorio», «muchas localidades serán destruidas» y «el medio ambiente sufrirá daños colosales». El asesor presidencial se refirió a la voladura de la presa como «otro crimen premeditado» que comete Rusia «en el siglo XXI». Rusia «debe ser reconocida inmediatamente como un país terrorista, con todas las consecuencias legales», remachó el consejero de la presidencia ucraniana.
Rusia culpa a Ucrania
Las fuerzas ucranianas efectuaron «múltiples ataques» sobre la represa de Kajovka, en una parte de la región de Jersón ocupada por Rusia, dijo en Telegram el alcalde del municipio de Nova Kajovka, designado por Moscú, Vladimir Leontiev.
El responsable municipal de ocupación añadió que estas acciones destruyeron las válvulas de escape de la represa y provocaron «un flujo de agua incontrolable». Sin embargo, «la represa no está destruida y es una suerte inmensa», precisó. Según los servicios de emergencia de Nova Kajovka, controlada por Rusia desde hace más de un año, 11 de las 28 válvulas de la central hidroeléctrica han sido destruidas.
Evacuaciones masivas, rusas y ucranianas
«Habitantes de unas 300 casas van a ser evacuados y ya lo están siendo», dijo Leontiev, en una entrevista con la televisión pública rusa. Según el alcalde de ocupación de Nova Kajovka, la ciudad «sigue bajo fuego de misiles ahora mismo».
El regidor de la urbe, que antes del inicio de las hostilidades tenía unos 45.000 habitantes, aseguró que no hay riesgo de la destrucción de la ciudad a causa de los daños en la presa, aunque «los sistemas de alcantarillado ya se han inundados y parte de las líneas eléctricas han sido destruidas, debido a que el agua es descargada sin control».
Sin embargo, aseguró que, «según los pronósticos, en 72 horas el nivel del agua bajará a sus niveles habituales». Pero «tenemos que sobrevivir estas 72 horas», apuntó.
Por su parte, el responsable de la administración militar ucraniana en Jersón, Oleksander Prokudin, dijo que varios pueblos quedaron «completamente o parcialmente inundados» y que habían empezado la evacuación de la población de la zona.
Según el ministro del Interior de Ucrania, Igor Klymenko, un total de 742 personas han sido evacuadas hasta el momento de las zonas afectadas. El desbordamiento podría afectar hasta a 80 localidades de la región, la mayoría de ellas situadas en territorio ocupado por las fuerzas rusas, precisó.
La administración militar ucraniana de la zona ha cifrado en 16.000 el número de personas que viven en la «zona crítica», más expuesta a las inundaciones. Pero la cifra no incluye a los habitantes del territorio controlado por Rusia en el margen oriental de río Dniéper, en el que está la presa y que parte en dos la provincia de Jersón.
La presa de Kajovka, tomada desde el inicio de la ofensiva rusa en Ucrania, permite el suministro de agua a la península de Crimea, anexionada en 2014 por Moscú. Erigida sobre el río Dniéper en 1956, durante el periodo soviético, es una de las infraestructuras más grandes de este tipo en Ucrania, y está construida parcialmente en hormigón y tierra.
La ciudad de Kajovka, que da su nombre a la presa, a la central hidroeléctrica y al embalse mismo, se asienta sobre su orilla izquierda, una decena de kilómetros por encima del embalse. Pero, en 1947, fecha del inicio de las obras, se creó Nova Kajovka, una nueva ciudad bajo el embalse, en su orilla derecha, para acoger a los trabajadores empleados en la construcción de la presa, la central hidroleéctrica y el resto de industrias.
Riesgos para nuclear de Zaporiyia: «bajo control», «mínimos»
«El mundo se encuentra una vez más al borde de una catástrofe nuclear, dado que la central nuclear de Zaporiyia ha perdido su fuente de refrigeración. Y este peligro aumenta rápidamente ahora», alarmó el consejero de la presidencia ucraniana, Mijailo Podolyak, en un mensaje dirigido a periodistas.
Este desastre podría afectar al funcionamiento de la central nuclear de Zaporiyia, la más grande de Europa y controlada también por las fuerzas rusas, advirtió la empresa pública ucraniana de energía nuclear, Energoatom. Sin embargo, según la compañía -que sigue monitorizando la central nuclear de Zaporiyia pese a la ocupación rusa-, el nivel del agua en la central aún es suficiente para garantizar electricidad a sus turbinas y sistemas de seguridad.
«Los riesgos siempre existen, pero en este caso son mínimos», confirmó Renat Karchaa, asesor de la operadora rusa de las plantas nucleares, Rosenergoatom, citado por la agencia TASS.
«Los expertos del OIEA en la central nuclear de Zaporiyia están siguiendo de cerca la situación; no hay riesgo inmediato para la seguridad nuclear en la planta», coincidió un tuit del Organismo Internacional de Energía Atómica, encargado de velar por el uso pacífico de la tecnología nuclear y con expertos sobre el terreno en Zaporiyia.