Un estudio internacional a gran escala determinó los nutrientes esenciales para gozar de un corazón fuerte y sano.
Por Infobae
Mientras el mundo enfrenta una epidemia de obesidad, una enfermedad que se ha triplicado desde 1975 y aumenta el riesgo cardiovascular, comer en forma sana y adoptar buenos hábitos de vida, ayudaría a mejorar las actuales cifras que hablan de más de 1900 millones de adultos de 18 o más años con sobrepeso o de los 650 millones que son obesos.
Los papers científicos e investigaciones médicas se acumulan todos los meses en busca de mejores alternativas y consejos de nutrición para la población. Especialmente en cuanto a los alimentos que deben ingerir y cuáles evitar.
En una reciente investigación encabezado por investigadores de la Universidad McMaster de Estados Unidos y de Ciencias de la Salud de Hamilton en el Instituto de Salud de Investigación Poblacional (PHRI) ha descubierto que no comer una cantidad suficiente de 6 alimentos clave en combinación se asocia con un mayor riesgo de enfermedad cardiovascular (ECV) en adultos.
“El consumo de frutas, verduras, legumbres, nueces, pescado y productos lácteos es clave para reducir el riesgo de enfermedades cardiovasculares, incluidos ataques cardíacos y accidentes cerebrovasculares. El estudio también encontró que se puede lograr una dieta saludable de varias maneras, como incluir cantidades moderadas de cereales integrales o carnes no procesadas”, son las conclusiones de los investigadores en un estudio mundial de gran escala.
Los investigadores de PHRI y sus colaboradores globales analizaron datos de 245.000 personas en 80 países a partir de múltiples estudios y los volcaron en el paper científico publicado en la prestigiosa revista European Heart Journal.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) estima que casi 18 millones de personas murieron a causa de enfermedades cardiovasculares en 2019, lo que representa el 32 por ciento de todas las muertes mundiales. De estas muertes, el 85 por ciento se debió a ataques cardíacos y accidentes cerebrovasculares.
“Hoy se sabe que las enfermedades cardiovasculares tienen como común denominador llamado inflamación silenciosa, una situación crónica y solapada que se va exacerbando con el paso del tiempo, pero que es el causante fundamental de todos los procesos que van a condicionar una enfermedad cardiovascular”, explicó a Infobae la licenciada en Nutrición María Cecilia Ponce (MN 3362).
“Ese proceso de inflamación cursa o está acompañado por cambios hormonales y cambios en citoquinas inflamatorias exacerbadas, lo cual hay que prestar atención a los aumentos de glucosa que llevan al aumento de insulina. Esa insulina va a generar también aumentos de glucosa y en la cantidad de triglicéridos circulantes, triglicéridos que se van a almacenar de forma hepática y que van a dar por consecuencia un hígado graso. La mala alimentación, el estilo de vida que llevamos, principalmente una alimentación cargada de alimentos sugarólicos o alimentos que aumenten el índice insulínico de nuestra dieta, va a causar un efecto inflamatorio en todos nuestros tejidos”, indicó la experta.
“Adicionado a eso, una alimentación que está principalmente cargada de azúcares como decía antes y de grasas polisaturadas que se oxidan fácilmente y que son las grasas que nosotros consumimos por medio de alimentos industrializados, causan inflamación silenciosa aumentada. Por eso hoy la mirada está puesta en el tipo de grasas circulantes, no tanto en la cantidad de grasas saturadas. Hoy se sabe que el proceso inflamatorio es el principal denominador y que éste va a estar aumentado cuando la alimentación es rica en azúcares, o en componentes que aumenten el índice insulínico de nuestro organismo, principalmente cuando la alimentación está cargada de grasas poliinsaturadas oxidadas, cuando es pobre y deficitario en fibras o en omega 3 que es un componente antiinflamatorio”, agregó Ponce.
Y concluyó: “Una de las condiciones que va a generar enfermedades cardiovasculares es el síndrome metabólico y hoy día el síndrome metabólico se clasifica con un aumento de glucemia, con una disminución de HDL, un aumento de triglicéridos, un aumento de circunferencia de cintura. Todos estos parámetros están exacerbados cuando uno tiene un estilo de vida y una alimentación cargada en azúcares, pobre en fibra y rica en aditivos alimentarios, por eso hay que intentar llevar a una alimentación lo más real posible con alimentos no procesados, rica en ácidos grasos monoinsaturados, de poliinsaturados pero principalmente de omega 3 y saturados pero proveniente y ácidos grasos saturados provenientes de alimentos reales”.
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