Tegucigalpa – A pesar de que la movilización convocada por la presidenta Xiomara Castro está programada para la tarde de este martes, varias calles han sido cerradas desde tempranas horas de la mañana, lo que ha dejado a cientos de capitalinos inmovilizados en largos atascos de tráfico.
Esta situación se ha reflejado en filas interminables de vehículos en las pocas calles que permanecen abiertas en la capital de Honduras.
El transporte público también se ha visto afectado, ya que muchas de sus unidades fueron contratadas para transportar a los participantes de la movilización, lo que ha dejado a quienes dependen de este servicio con pocas opciones de desplazamiento.
Caminar se ha convertido en la única alternativa para muchos, a pesar de las altas temperaturas que dificultan esta opción.
La Policía ha anunciado el cierre de calles en las principales vías de la ciudad, y la Alcaldía Municipal ha habilitado rótulos electrónicos para informar sobre los lugares bloqueados.
El recorrido de la marcha está planeado de la siguiente manera: partirá desde frente a Casa Presidencial a las 3:00 de la tarde, se dirigirá hacia los bajos del Congreso Nacional, continuará por el bulevar Juan Pablo II hasta llegar a la rotonda, y luego seguirá por la avenida Juan Manuel Gálvez en dirección al centro histórico de la capital.
Se espera que la presidenta Xiomara Castro pronuncie un discurso en los bajos del Congreso Nacional.
En cuanto a los permisos para el transporte, el comisionado del Instituto Hondureño de Transporte Terrestre (IHTT), Rafael Barahona, confirmó que los transportistas tienen los permisos correspondientes para trasladar a los participantes.
Además, explicó que hay un proceso de ordenamiento en el sistema de transporte, y quienes contratan el transporte público deben promover el orden, ya que los transportistas a menudo operan en un ambiente de desorden.
Barahona señaló que en todas las entradas de la ciudad habrá agentes del transporte para garantizar que el tráfico circule de manera normal.
Esta movilización ha generado un importante impacto en la vida cotidiana de los habitantes de la capital hondureña, y se espera que continúe afectando la movilidad a lo largo del día.
