Tegucigalpa – La Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal) ha presentado un nuevo informe que revisa las proyecciones de crecimiento del PIB regional para 2023. Según esta actualización, se espera que el crecimiento económico en la región alcance un 1.7 por ciento, en contraste con la proyección anterior de 1.2 por ciento realizada en abril de este año. A pesar de esta revisión al alza, la Cepal advierte sobre la complejidad del escenario macroeconómico global.
El informe señala que la economía mundial sigue experimentando un bajo crecimiento económico, y que los países desarrollados mantienen políticas monetarias contractivas, a pesar de la disminución de las tasas de inflación.
Esto significa que no se espera una reducción significativa en las tasas de interés externas durante el año en curso, lo que mantendrá los costos de financiamiento para los países de la región en niveles elevados. Para 2024, se proyecta un crecimiento del PIB regional del 1.5 por ciento.
La desaceleración económica prevista para 2023 y 2024 se traducirá en un menor crecimiento del empleo, con un aumento proyectado del 1.9 por ciento en 2023 y del 1.1 por ciento en 2024. Esta situación se debe en parte a un espacio fiscal limitado, resultado de altos niveles de deuda pública, tasas de interés internas y externas en aumento, y una disminución de los ingresos tributarios debido al menor crecimiento económico.
Además, la Cepal advierte sobre los efectos negativos de los choques climáticos, que podrían agravar aún más el bajo crecimiento en América Latina y el Caribe si no se realizan inversiones adecuadas en adaptación y mitigación del cambio climático.
En términos de crecimiento económico por país, se espera que Panamá, Paraguay y las islas del Caribe lideren el crecimiento en 2023, seguidos por Costa Rica, República Dominicana, Honduras y Guatemala. En el extremo opuesto, Argentina, Haití y Chile son los únicos países que se espera que experimenten una disminución en su PIB en 2023.
Este informe destaca la importancia de impulsar la inversión pública y privada en la región, especialmente en proyectos que promuevan la resiliencia económica y aborden los desafíos del cambio climático.
