Tegucigalpa – En un sorprendente acto de conciencia política, el Diputado Jorge Cálix, miembro del Partido Libertad y Refundación (Libre), ha enviado una carta al pagador especial del Congreso Nacional, Omar Palacios, solicitando que no se le pague su salario debido a la inactividad legislativa.
Este gesto inusual se produce en medio de un panorama político en el que la inacción del Congreso ha sido motivo de preocupación para muchos ciudadanos hondureños.
En su carta, el Diputado Cálix expresó su profunda preocupación por lo que considera un «insulto» a la realidad nacional que los congresistas continúen recibiendo un salario sin llevar a cabo sesiones legislativas.
En lugar de aceptar este pago sin realizar su labor, Cálix ha solicitado la suspensión de su salario hasta que se reanuden las sesiones legislativas. Esta decisión es un llamado a la responsabilidad y la ética en la política, demostrando que algunos representantes están dispuestos a dar un paso al frente y actuar en beneficio del pueblo hondureño.
El hecho de que los congresistas reciban un salario mensual de 90,000 lempiras sin deducciones ha sido objeto de críticas y cuestionamientos por parte de la ciudadanía, especialmente en un momento en el que el país enfrenta una serie de desafíos y problemas urgentes que requieren la atención de sus líderes políticos.
He pedido formalmente NO RECIBIR mi salario hasta que regresemos a sesionar, la inactividad legislativa de este Congreso le cuesta dinero a nuestro pueblo. pic.twitter.com/YAGgxG7A2j
— Jorge Cálix (@JorgeCalixHN) September 29, 2023
La iniciativa de Cálix destaca la importancia de que los legisladores estén comprometidos con su labor y rindan cuentas a la sociedad a la que representan.
Este acto de renuncia voluntaria al salario por parte de un diputado envía un poderoso mensaje sobre la necesidad de una legislatura activa y comprometida con los intereses del pueblo.
Si bien la solicitud de Cálix es individual, puede inspirar a otros líderes políticos a considerar acciones similares y a impulsar un cambio en la cultura política de Honduras.
En un momento en el que la participación ciudadana y la transparencia son fundamentales, gestos como este son un recordatorio de que los representantes deben estar a la altura de las expectativas y responsabilidades que conlleva su cargo.
