Tegucigalpa – En un trágico suceso ocurrido en la colonia Los Olivos de San Pedro Sula, en el norte de Honduras, un guardia de seguridad desató una violenta tragedia al quitar la vida a su pareja, Bertila Murcia, y a su propio hijo, cuya identidad aún permanece en el anonimato.
Este acto de violencia culminó con un intento de suicidio por parte del propio agresor, identificado como Carlos Quintanilla.
Los detalles de esta conmovedora historia de horror se desencadenaron en medio de un escenario familiar, sacudiendo a la comunidad local y dejando a una mujer herida que tuvo que ser trasladada de urgencia a un centro de atención médica.
La rápida respuesta de los valientes miembros del Cuerpo de Bomberos fue crucial para brindar atención médica inmediata y asistencia a los heridos, incluido el propio agresor que sufrió heridas en su intento de quitarse la vida.
En el lamentable desenlace de esta tragedia, los cuerpos de las víctimas, Bertila Murcia y su hijo, serán trasladados a la morgue sampedrana, donde se llevarán a cabo los procedimientos pertinentes. La identidad del hijo de Bertila, aún sin revelar, añade un doloroso misterio a esta tragedia que ha conmocionado a la comunidad local.
Este trágico evento es un recordatorio sombrío de la importancia de abordar las cuestiones relacionadas con la violencia de género y la salud mental. La sociedad debe unirse en un esfuerzo constante para prevenir situaciones tan dolorosas y brindar apoyo a quienes lo necesitan, con la esperanza de evitar que tragedias similares ocurran en el futuro.
