Tegucigalpa – La situación en el suministro de insulina para pacientes diabéticos se ha vuelto precaria tras el despido de la administradora y el jefe de compras del Hospital General San Felipe.
Esta medida ha generado un conflicto, ya que el director del hospital, Carlos Murillo, se ha negado a firmar la autorización para la adquisición de medicamentos, lo que pone en riesgo el acceso de los pacientes a este crucial tratamiento.
Diego Sánchez, director del Instituto Nacional del Diabético, expresó su preocupación por la situación actual. Según sus declaraciones, los pacientes se han visto perjudicados, especialmente en estos días festivos, debido a la falta de autorización para la entrega de insulina.
En un reciente recuento, se constató que solo quedaban 100 frascos de este medicamento en el hospital.
A pesar de contar con un considerable stock de insulina en las bodegas del Hospital San Felipe, suficiente para aproximadamente tres meses y equivalente a unos 18 mil frascos, el director se niega a liberar los medicamentos sin las firmas requeridas.
Esta decisión ha generado una situación crítica, ya que las solicitudes de insulina se realizan semanalmente, pero las restricciones impuestas por el director limitan el suministro a solo 2,000 frascos.
Diego Sánchez solicitó la intervención de la nueva ministra de Salud, Carla Paredes, para resolver esta problemática y garantizar un suministro independiente de medicamentos.
La falta de coordinación y la disputa interna en el hospital están afectando directamente a los pacientes diabéticos, quienes dependen de la insulina para gestionar su condición de salud de manera adecuada.
