En promedio, las personas podrían ingerir el equivalente al peso de una tarjeta de crédito. En el Día Mundial del Reciclaje, distintos estudios y ONG buscan tomar conciencia del impacto en el medioambiente, en la salud humana y animal.
Por Infobae
Desde los envases de comida o bebida que consumimos, hasta las cosas que usamos a diario están confeccionadas con este material derivado del petróleo.
Eso produjo en los últimos años una gran contaminación a nivel mundial, que no solamente atenta contra el medioambiente, sino también contra la propia salud dada la cantidad de este material que ingresa a nuestro organismo sin darnos cuenta en forma de microplásticos.
Los microplásticos son pequeños desechos plásticos que se rompen y fragmentan continuamente en el medio ambiente, llegando a escalas microscópicas que pueden ingresar a través de la respiración o junto a comida y bebida a nuestro cuerpo.
Estas pequeñas piezas de plástico de menos de 5 mm de diámetro, contaminan el medioambiente y generan un potencial daño a la salud de los animales y humanos. Provienen de procesos industriales, diversos artículos de consumo y la descomposición general de residuos. Con el tiempo, se van desmenuzando en fibras incluso más pequeñas que un cabello humano, partículas tan diminutas que se transportan fácilmente por el aire.
Una de las consecuencias más peligrosas de esta realidad plástica que nos devora son los microplásticos, pequeñas piezas de plástico de menos de 5 mm de diámetro que contaminan el medioambiente y generan un potencial daño a la salud de los animales y humanos.
¿Cómo afecta el plástico al cuerpo humano?
El ingreso de plástico en el organismo puede causar una variedad de impactos a la salud, incluyendo inflamación, genotoxicidad, estrés oxidativo, apoptosis, y necrosis, las cuales se vinculan a una variedad de problemas para la salud incluyendo cáncer.
Es que hay más de 13.000 sustancias químicas asociadas a los plásticos, muchas de ellas con una elevada toxicidad, que puede repercutir en la salud humana y en la naturaleza. Algunas de esas sustancias químicas se pueden trasladar a lo largo del ciclo de vida completo del plástico y aparecer en el aire, el agua y el suelo.
En 2022, un estudio halló que estas partículas por primera vez en las vías respiratorias, lo que aumenta la preocupación sobre la exposición a largo plazo y los impactos correspondientes en la salud respiratoria.
Las investigaciones muestran que los humanos pueden inhalar alrededor de 16,2 fragmentos de microplásticos cada hora, lo que equivale al tamaño de una tarjeta de crédito durante una semana. Generalmente, contienen contaminantes y productos químicos tóxicos.
Según estadísticas de ONU, el mundo produce aproximadamente 300 millones de toneladas (40 kilos por persona) de residuos plásticos cada año. Pero un producto que podría ser reciclado en un 100% solo tiene un14% de recolección y reciclaje.
Una de las consecuencias más peligrosas de esta realidad plástica que nos devora son los microplásticos, pequeñas piezas de plástico de menos de 5 mm de diámetro que contaminan el medioambiente y generan un potencial daño a la salud de los animales y humanos.
Según una investigación realizada en 2019 en Australia, halló que las personas podrían estar ingiriendo 5 gramos de plástico, equivalente al peso de una tarjeta de crédito, semanalmente.
El estudio encargado por el Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF, por sus siglas en inglés) y realizado por la Universidad de Newcastle de Australia, combinó un análisis global de datos sobre la ingesta de plástico por parte de las personas. La combinación de los datos indica que la gente consume hasta 2.000 pequeños trozos de plástico por semana, lo que podría acumular hasta 250 gramos al año.
“Esta investigación refuerza la urgencia de la contaminación plástica y su impacto negativo no solo en el medio ambiente, sino también en la salud humana”, explicó la organización WWF que impulsa que los gobiernos prohíban el plástico de un solo uso, empezando por las bolsas de plástico y las botellas de agua por solo mencionar dos ejemplos concretos, ya que la mayor parte del plástico que la gente ingiere es a través del agua embotellada.
Otro estudio elaborado por la ONG Center for International Environmental Law (CIEL) y titulado Plástico y Salud. El coste oculto de un planeta de plástico aúna diferentes investigaciones relativas a los distintos riesgos de toxicidad que el plástico supone para el cuerpo humano en cada una de las fases de su ciclo de vida.
El informe recoge los efectos nocivos generados en el organismo por la ingesta de microplásticos, que van desde afecciones cancerígenas, cardiovasculares, enfermedades relacionadas con el sistema nervioso o reproductivo, así como enfermedades inmunosupresoras, entre otros impactos.
Según las conclusiones de este estudio, las incertidumbres y las carencias de conocimiento a menudo bloquean el desarrollo de regulación y la capacidad de las personas consumidoras, entidades y decisores políticos, de tomar decisiones responsables. La escala de impactos sobre la salud que genera el plástico a lo largo de su ciclo de vida es abrumadora y preocupa a los expertos.