Tegucigalpa – Honduras enfrenta una situación crítica debido a la activación de aproximadamente 30 incendios forestales en su territorio, según lo confirmó el director del Instituto de Conservación Forestal (ICF), Luis Soliz.
Estos incendios, junto con condiciones climáticas adversas, han provocado una alarmante capa de humo sobre Tegucigalpa, elevando los niveles de contaminación a un índice de 409, considerado extremadamente peligroso.
El lunes, la ciudad experimentó una calma en el viento que contribuyó a que el humo permaneciera estacionario, exacerbando la mala calidad del aire y poniendo en riesgo la salud pública. Solis señaló que «solo la lluvia y el viento podrían disipar esta densa contaminación atmosférica rica en dióxido de carbono», haciendo hincapié en la urgencia de condiciones meteorológicas favorables para limpiar el aire.
El ICF está actualmente enfocado en controlar estos incendios, con 27 de ellos siendo directamente combatidos por sus equipos y los tres restantes gestionados por otras entidades en la zona de Guaimaca. Esta tarea es monumental, dado que solo en el año en curso, Honduras ha sufrido más de dos mil 500 incendios forestales que han devastado más de 211 mil hectáreas de bosque.
Este año los incendios no solo han consumido vastas áreas de vegetación sino que también han tenido un impacto directo en la calidad del aire en las áreas urbanas, complicando la vida cotidiana de los ciudadanos y poniendo en peligro la fauna local.
El ICF, junto con otras agencias, está trabajando arduamente para mitigar el impacto de estos desastres naturales, pero la magnitud del problema plantea desafíos significativos que requieren una respuesta coordinada y sostenida a nivel nacional e internacional.
La comunidad internacional está observando de cerca, ya que la magnitud de estos incendios subraya la necesidad de políticas más efectivas de manejo y prevención de incendios forestales en Honduras, un país que es hogar de algunos de los ecosistemas más ricos y diversos del mundo.
