Tegucigalpa – Carlos Hernández, director de la Asociación para una Sociedad Más Justa (ASJ), expresó su creciente preocupación por la demora en la instalación de la Comisión Internacional contra la Corrupción y la Impunidad en Honduras (CICIH), señalando un aparente distanciamiento de este objetivo crucial para la lucha contra la corrupción en el país.
“Cada vez vemos más distante la instalación de la CICIH”, lamentó Hernández, destacando la falta de voluntad política necesaria para establecer una misión internacional que combata la corrupción de manera efectiva en Honduras. Según él, la esperanza de ver este organismo en acción se desvanece ante la inacción de los gobernantes.
El director de ASJ también criticó la actitud de los políticos hondureños, quienes tienden a apoyar la idea de la CICIH cuando están en la oposición, pero pierden interés en su implementación una vez que asumen el poder. “Difícilmente vas a poner todo tu empeño para que una misión de esta naturaleza llegue al país cuando estás en el gobierno”, afirmó.
Además, Hernández refutó las declaraciones del oficialismo que sugieren que no se necesitan reformas legislativas para la llegada de la CICIH a Honduras. Contrario a estas afirmaciones, el director mencionó que la posición de las Naciones Unidas es claramente opuesta. “Naciones Unidas ha sido categórica y ha establecido cuáles son los requerimientos mínimos que el Estado hondureño debe demostrar para que pueda venir la CICIH”, explicó.
La situación actual subraya un desafío significativo en la lucha contra la corrupción en Honduras, donde la implementación de la CICIH se ha convertido en un tema polémico y central en el discurso político nacional.
La falta de una misión internacional como la CICIH no solo impide el progreso en la transparencia y la justicia, sino que también refleja las complicaciones inherentes a las dinámicas de poder en el país.
La ASJ, junto con otros actores de la sociedad civil, continúa presionando por cambios estructurales que permitan la implementación de la CICIH, con la esperanza de que eventualmente se logre instaurar un mecanismo efectivo para combatir la corrupción y restaurar la fe en las instituciones gubernamentales.