Tegucigalpa. – El pastor Alberto Solórzano, miembro de la Comisión Especial para el Proceso de Transformación y Depuración de la Policía Nacional y miembro de la Confraternidad Evangélica de Honduras, se solidarizó con el comisionado general, Leonel Sauceda, quien fue capturado junto a su esposa Patricia Estrada Pacheco, acusados por el delito de lavado de activos.
“Espero que Leonel Sauceda pueda demostrar que no es culpable de lo que se le está señalando, él es un buen hombre”, expresó el religioso.
Indicó que la ciudadanía está impactada con el caso de Leonel Sauceda. “No sé qué hay detrás de todo esto”, manifestó en declaraciones a la radioemisora capitalina HRN.
Luego de la sorpresiva detención, el líder de la iglesia Centro Cristiano Internacional (CCI), manifestó que espera que, “detrás de esto no existan intereses para debilitar el trabajo que se ha hecho en la Policía”.
De esa forma, Solórzano se solidarizó con Sauceda y los miembros de su familia, quienes asisten a la iglesia evangélica en la que él predica.
Aseveró que como miembros de la Comisión Depuradora nunca tuvieron acceso a documentos que ahora andan circulando donde se incrimina al comisionado Sauceda en varios ilícitos, los que aparentemente son oficiales, con sellos y firmas al igual que a ellos se les presentaron varios reportes que resultaron ser falsos.
Cuestionó que la capacidad de construir documentación es increíble de parte de gente que desde la misma Policía estuvo esperando y que incluso sacaron documentos, y tenían la capacidad de poseer sellos.
Lamentó que ahora después del trabajo que ha hecho la comisión se quiera proyectar nacional e internacionalmente que “los que han depurado son los buenos y los que se quedaron son los malos y entre esos malos, está Leonel Sauceda, a quien tengo el gusto de conocer, no de ahora, sino desde hace aproximadamente 20 años y tengo un alto concepto de él”.
Reveló que anoche estuvo en la celda donde han confinado a Sauceda en el Primer Batallón de Infantería, acompañándolo como su pastor.
“Ahora se le proyecta a Leonel como un delincuente, como un pícaro, como un desalmado, como un narcotraficante, en fin, todo lo que se ha mencionado en este momento y ahora los que están afuera son los buenos que estuvieron antes en la Policía, una Policía que desde ahí nos extorsionaron, nos asesinaron, nos secuestraron, hubo colisión con maras y pandillas y toda una serie de cosas, entonces ahora esos son los buenos y que están pujando por volver a la institución porque quieren darle a la institución el estatus que antes tenía”, fustigó.
Solórzano lamentó lo que está ocurriendo, le ha sorprendido lo que le ha pasado a Leonel Sauceda, pero todos los miembros de la carrera policial están siendo sometidos a constantes revisiones, pero en toda la remisión de expedientes que se le entregó al Ministerio Público, llama la atención que no se esté priorizando algunos casos donde ha habido manoseos escandalosos de dinero.
Sauceda y su esposa fueron arrestados ayer por miembros de la Agencia Técnica de Investigación Criminal (ATIC), acusados por el delito de lavado de activos.
Como se sabe, este martes en un operativo dirigido por la Unidad Fiscal de Apoyo al Proceso de la Depuración Policial (UF – ADPOL) y la ATIC, que se efectuó en la residencial Jardines de Toncontín en Comayagüela, fue capturado el comisionado general Leonel Sauceda y su esposa.
Asimismo, se ordenó una serie de aseguramientos de bienes de origen ilícito, ocho de ellos muebles e inmuebles, dos son vehículos y 23 corresponden a productos financieros, propiedad de los imputados.
De estos bienes, tres son terrenos ubicados en el municipio de Olanchito, departamento de Yoro, con una extensión de 100 manzanas de tierra.
Conforme a la investigación de Agentes de la ATIC asignados a la UF – ADPOL, el comisionado general Sauceda Guifarro, en un periodo de 11 años (2006 – 2017) no ha podido justificar 13 millones 801 mil 838 lempiras con 35 centavos, lo que incluye movimientos en 13 cuentas de bancos a su nombre.
Asimismo, su pareja Estrada Pacheco, no justificó dos millones 765 mil 513 lempiras con 36 centavos, luego de movimientos financieros por más de siete millones de lempiras en 10 cuentas bancarias a su nombre, sin establecerse el origen del dinero, ya que la señora no poseía un empleo, negocio o préstamos que le generara esos ingresos.
