Tegucigalpa – En Honduras, la migración continua está teniendo un impacto devastador en numerosos sectores, pero es particularmente severo en el agropecuario debido a la drástica reducción de trabajadores disponibles.
José Chacón, director ejecutivo de la Federación Nacional de Agricultores y Ganaderos de Honduras (FENAGH), enfatizó que la falta de personal está comprometiendo seriamente la capacidad del país para mantener sus niveles de producción agrícola.
«El problema de la migración de la mano de obra es uno de los mayores flagelos que tenemos en el país. Está afectando a todos los sectores, pero el sector agropecuario en su totalidad es el más afectado porque no hay tecnificación y dependemos de la mano de obra que debe llegar a nuestras unidades de producción. Eso nos está pasando factura», explicó Chacón.
Las áreas más afectadas incluyen la caficultura, donde escasean los recolectores de café, y la ganadería junto con la siembra de granos básicos, que también enfrentan déficits significativos de trabajadores.
Chacón señala que los bajos salarios en el sector agrícola son un factor crítico detrás de esta migración laboral. «Con uno de los salarios mínimos más bajos del país, es lógico que los trabajadores busquen mejores oportunidades en otros lugares que ofrezcan mayores beneficios económicos», comentó.
Esta insuficiente compensación está obligando a muchos agricultores y ganaderos a reconsiderar su continuidad en el negocio, agravando la crisis laboral.
La persistente fuga de mano de obra no solo amenaza la producción actual, sino que también pone en riesgo el futuro económico del país al debilitar un sector clave.
Chacón urgente a la acción gubernamental y empresarial para desarrollar soluciones creativas que mejoren las condiciones laborales y retengan a los trabajadores en Honduras, asegurando así la viabilidad a largo plazo del sector agropecuario hondureño.
