Tegucigalpa – La tormenta tropical Sara continúa su lento alejamiento de Honduras, pero deja tras de sí un panorama desolador con más de 56 mil personas afectadas, una víctima mortal y cientos de comunidades incomunicadas, según el último balance de las autoridades.
Los estragos del fenómeno meteorológico han obligado a las autoridades a mantener en alerta roja seis departamentos del país, incluyendo Islas de la Bahía, Atlántida, Colón, Gracias a Dios, Yoro y Puerto Cortés, donde el riesgo de inundaciones y deslizamientos mantiene en vilo a la población.
«Aunque Sara se aleja gradualmente de nuestras costas, sus efectos persistirán en las próximas horas», advirtió Víctor Ortega, pronosticador de Cenaos, quien señaló que el sistema podría impactar Belice mañana domingo, donde probablemente se degrade a depresión tropical.
La furia de Sara ha dejado una estela de destrucción a su paso: 261 viviendas dañadas, 101 destruidas y 217 comunidades completamente incomunicadas. Las cifras de damnificados son alarmantes: 2,323 personas han perdido prácticamente todo, mientras que 1,961 han tenido que ser evacuadas y 3,229 permanecen en albergues.
La infraestructura vial del país también ha sufrido graves daños. Ocho puentes han quedado completamente destruidos y otros ocho severamente dañados, mientras que 24 carreteras presentan deterioros significativos, complicando las labores de ayuda humanitaria.
Los ríos se han convertido en una amenaza constante. El Aguán, Cangrejal y Leán ya se han desbordado en varias zonas, mientras que el Ulúa ha experimentado un alarmante aumento de 4 metros en su nivel, generando preocupación especialmente en el Valle de Sula.
Ante esta crítica situación, Copeco ha desplegado una intensa operación humanitaria con 45 albergues activados en los departamentos más afectados. La distribución de ayuda continúa con el apoyo de la Policía Militar y la Fuerza Armada, llevando colchonetas, frazadas y alimentos a las zonas más golpeadas.
Las autoridades mantienen la advertencia a la población: las lluvias continuarán, especialmente en la región sur del país, donde se espera un incremento significativo en los próximos días. La recomendación es clara: evitar cruzar ríos o vados crecidos para prevenir más tragedias.