Tegucigalpa – La esperada renegociación de contratos con empresas generadoras de energía en Honduras tendrá un impacto limitado, según advierte Kevin Rodríguez, especialista energético de la Asociación para una Sociedad más Justa (ASJ).
El experto señala que estas modificaciones contractuales, si bien podrían reducir costos, no solucionarán el problema fundamental del déficit energético que afecta al país.
Las proyecciones para el verano de 2025 son particularmente preocupantes, ya que se anticipa una severidad similar a la experimentada en 2023 y 2024, lo que podría resultar en nuevos ciclos de apagones.
Rodríguez enfatiza que los contratos en cuestión ya estaban operativos antes del proceso de renegociación iniciado en 2022, por lo que su modificación no alterará la capacidad de generación.
En términos económicos, la renegociación de 17 de las 18 adendas podría traducirse en una reducción aproximada del 5% en la tarifa eléctrica.
Esto significaría, por ejemplo, un ahorro de 150 lempiras mensuales para usuarios que pagan facturas de 3,000 lempiras. Sin embargo, esta reducción, originalmente programada para abril de 2023, ha sufrido retrasos inexplicables hasta mayo de 2024.
Rodríguez critica especialmente la gestión del Congreso Nacional en este proceso, cuestionando la decisión de discutir todas las adendas en conjunto, incluyendo el controversial contrato BRASSAVOLA, en lugar de separar este último para agilizar la aprobación de las otras 17 adendas que cuentan con mayor consenso.
Esta demora en la toma de decisiones está afectando directamente a los consumidores hondureños y retrasando la tan necesaria reducción en los costos energéticos del país.