Una controvertida campaña política está sacudiendo el panorama electoral en Texas, donde Valentina Gómez, una inmigrante colombiana de 25 años, ha generado una intensa polémica tras anunciar su candidatura al Congreso con una retórica extremadamente agresiva contra la inmigración irregular.
La aspirante al escaño que actualmente ocupa el republicano Dan Crenshaw llamó la atención nacional cuando publicó un video en la red social X donde aparece disparando contra un maniquí encapuchado, acompañando las imágenes con un mensaje que aboga por ejecuciones públicas de inmigrantes indocumentados que cometan delitos.
La publicación fue posteriormente restringida por incumplir las normas de la plataforma sobre discurso violento.
La Liga de Ciudadanos Latinoamericanos Unidos (LULAC), la organización hispana más antigua de Estados Unidos, ha condenado enérgicamente estas declaraciones, advirtiendo que este tipo de retórica puede incitar al vigilantismo y tiene potenciales consecuencias mortales.
El presidente colombiano Gustavo Petro también se pronunció, calificando a Gómez de «fascista» y acusándola de promover el odio hacia los migrantes.
La candidata, nacida en Medellín y conocida seguidora del expresidente Donald Trump, inició su campaña en enero con una declaración en redes sociales donde afirmaba: «Me postulo para el Congreso en Texas.
No temo a los pedófilos, a los criminales ni a los corruptos en Washington DC. Solo temo a Dios». Anteriormente, Gómez ya había buscado un cargo público como candidata republicana para la secretaría del estado de Missouri.
Este incidente ha reavivado el debate sobre los límites del discurso político en temas migratorios y ha generado preocupación sobre la creciente radicalización en la retórica electoral estadounidense.