Estados Unidos y China han iniciado conversaciones sobre una posible cumbre entre el presidente Donald Trump y el líder chino Xi Jinping en junio, en un intento por reducir las tensiones comerciales entre ambas potencias, informó The Wall Street Journal (WSJ) citando a fuentes familiarizadas con las discusiones.
Por Infobae
Según el medio, las negociaciones aún se encuentran en una etapa inicial, pero el objetivo de Beijing es utilizar el posible encuentro como una plataforma para reanudar las conversaciones formales sobre comercio. Ambas partes han mostrado interés en una reunión desde la victoria electoral de Trump en noviembre, y la coincidencia de los cumpleaños de ambos mandatarios en junio refuerza la posibilidad del encuentro. Trump nació el 14 de junio de 1946, mientras que Xi nació el 15 de junio de 1953.
Hasta el momento, no se ha concretado ningún plan definitivo, y ni la Casa Blanca ni la Embajada de China en Washington han respondido a solicitudes de comentarios, indicó el WSJ.
Las conversaciones entre Washington y Beijing tienen lugar en un contexto de creciente presión económica para China, que busca mitigar el impacto de los aranceles y restricciones tecnológicas impuestos por la administración Trump. Desde enero, el gobierno estadounidense ha intensificado las medidas comerciales contra China con el propósito de aumentar su poder de negociación.
Este mes, la Casa Blanca elevó un 10% adicional los aranceles a los productos chinos, argumentando el papel de China en la crisis del fentanilo en EEUU Como resultado, el promedio de los derechos de importación sobre bienes chinos aumentó a aproximadamente un 35%, frente al 14,5% registrado en 2023. En respuesta, Pekín aplicó aranceles moderados, tratando de evitar una escalada en las tensiones comerciales, señaló el WSJ.
Entre otras acciones en consideración, la administración Trump evalúa imponer restricciones a la inversión china en EEUU y a la inversión estadounidense en China, así como limitar la venta de productos tecnológicos a empresas chinas. Además, el presidente ordenó a varias agencias revisar las relaciones económicas bilaterales, con informes previstos para abril.
Para Beijing, una posible visita de Xi a Washington representa riesgos políticos. Según el WSJ, funcionarios chinos temen que el líder chino pueda ser percibido como un “suplicante” ante Trump, en un momento en que la presión económica y política interna en China está en aumento.
Por este motivo, China ha mostrado mayor interés en que Trump sea quien viaje a Beijing para la cumbre. Aún así, ambas partes continúan explorando las opciones para un eventual encuentro entre los mandatarios.
Si bien el liderazgo chino ha buscado proyectar fortaleza, los datos económicos recientes muestran dificultades. Según cifras oficiales citadas por el WSJ, las exportaciones de China crecieron solo un 2,3% en enero y febrero en comparación con el año anterior, por debajo de las expectativas. Además, el país ha entrado en un ciclo de deflación, con la inflación al consumidor cayendo por debajo de cero el mes pasado por primera vez en más de un año.
A pesar de estas señales de desaceleración, el gobierno de Xi anunció un objetivo de crecimiento del 5% para 2025, similar al de años anteriores, y ha tratado de minimizar el impacto de las políticas comerciales de EE. UU. En una conferencia de prensa reciente, el ministro de Relaciones Exteriores de China, Wang Yi, criticó la estrategia de la administración Trump.
“Ningún país debe albergar la ilusión de que puede reprimir y contener a China mientras intenta al mismo tiempo construir buenas relaciones con nosotros”, declaró Wang, calificando el enfoque estadounidense como “hipócrita”, según el WSJ.
Desde la victoria electoral de Trump en noviembre, China ha enviado varias delegaciones a Washington para evaluar posibles acuerdos con la nueva administración, argumentando que los aranceles podrían aumentar la presión inflacionaria en EEUU. Según el WSJ, Beijing ha preparado una oferta inicial que incluye mayores compras de productos agrícolas y otros bienes estadounidenses, aunque todavía no ha presentado una propuesta formal.
En paralelo, funcionarios chinos han tratado de comprender la creciente cercanía de Trump con Rusia y su presidente, Vladímir Putin. De acuerdo con el WSJ, la Casa Blanca ha indicado que este acercamiento busca, en parte, generar una división entre Moscú y Beijing.
A finales de febrero, Wang Yi visitó la ONU en Nueva York, pero no sostuvo reuniones con miembros del gobierno de Trump. No obstante, según fuentes citadas por el WSJ, Wang mencionó en sus encuentros que ambas partes esperaban concretar una cumbre de líderes en el verano.
“Una cumbre entre los líderes beneficiaría a todos”, afirmó una de las fuentes.