Tegucigalpa – En una ampliación de sus declaraciones a radio HRN, Manuel Zelaya, conocido como «Mel», continuó abordando la controversia que ha sacudido al gobierno de su esposa, la presidenta Xiomara Castro, tras la filtración de un video que muestra a su hermano Carlos en una reunión con narcotraficantes en 2013.
«Todos los días hablo con él porque es mi hermano y no tengo el corazón de hierro», expresó Zelaya, sugiriendo que la filtración del video fue «una estrategia para afectar al gobierno y a la familia». Destacó que «nadie ha renunciado a su puesto como lo hizo Carlos Zelaya», presentando esta decisión como una muestra de integridad personal.
El coordinador de Libre defendió fervientemente a su hermano, describiéndolo como «una persona con tanta calidad humana» y cuestionando: «No sé cuál es el dinero más sucio, si el que usan unos o los que usan otros como el dinero del contrabando o el agiotismo». Zelaya insistió en que en la reunión de 2013 «no hablan de cargamentos de droga, únicamente de financiamiento».
Sobre la polémica frase «La mitad es para el comandante» que aparece en el video, Zelaya se desmarcó completamente señalando que «cada quien es responsable de sus actos, yo no tengo absolutamente nada que ver», aunque reiteró que esto «no nos hará perder el cariño y el amor por un hermano de tanta calidad humana como es Carlos Zelaya».
Mel Zelaya negó categóricamente haber recibido dinero del narcotráfico: «No hemos utilizado dinero de nadie, todo ha sido transparente, depositado en cuentas y reportado al Estado», afirmó.
En cuanto a la extradición, tema que ha generado tensiones con Estados Unidos, Zelaya explicó que «nunca ha existido la intención de eliminarla» y que las modificaciones se realizaron porque «el jefe de las FFAA y el ministro de Defensa estaban bajo ataque». Según su versión, tras estos cambios «el gobierno de EEUU responde con un video sobre una reunión de 2013».
Esta controversia se suma a la crisis poselectoral que vive Honduras tras las irregularidades en las recientes elecciones primarias, donde tanto el Consejo Nacional Electoral como las Fuerzas Armadas se han señalado mutuamente como responsables.
Como señaló el exministro Edmundo Orellana en análisis previos, la crisis pone a prueba la responsabilidad política de los funcionarios involucrados, en un contexto donde solo se ha producido la destitución del coordinador de transporte del CNE, Joel Ramos.
El escándalo del video y las tensiones poselectorales ocurren mientras Zelaya reafirma que el proyecto de una Asamblea Nacional Constituyente «nunca se va a terminar», en un panorama político cada vez más polarizado en Honduras.