Tegucigalpa – El exprecandidato presidencial por el Partido Liberal, Jorge Cálix, expresó este viernes su profunda preocupación por el hecho de que el jefe de las Fuerzas Armadas de Honduras, general Roosevelt Hernández, ingresara armado a una reunión con el pleno del Consejo Nacional Electoral (CNE), situación que considera inaceptable en un contexto de tensión institucional.
A través de sus redes sociales, Cálix realizó una serie de reflexiones sobre el controvertido incidente y cuestionó frontalmente la actitud del militar: «¿Por qué Roosevelt entra armado a una reunión del pleno del CNE?», planteó el político, señalando que en dicha sesión «solo había dos mujeres y un orate», cuando «el general irrumpió con un arma y agredió verbalmente a Cossette López».
En su análisis, Cálix se preguntó: «¿Qué clase de mensaje envía esto en plena crisis electoral? ¿Qué complejos lleva consigo que necesita escudarse detrás de una ‘pistolita’?», cuestionamientos que reflejan su preocupación por las implicaciones de este comportamiento en el actual clima político.
Para el exdiputado, la actitud del general Hernández «no solo es una falta de respeto, sino un ataque directo a nuestra democracia». Además, vinculó este incidente con presuntas estrategias políticas al afirmar que «Roosevelt sigue la línea de Rixi para continuar el boicot electoral, socavando nuestros derechos y el proceso electoral», en aparente referencia a Rixi Moncada, virtual candidata presidencial del partido gobernante Libertad y Refundación (Libre) y actual ministra de Defensa.
Cálix fue enfático al señalar que «los hondureños NO debemos permitirlo», en lo que constituye un llamado a la ciudadanía a defender la integridad de los procesos democráticos frente a lo que considera intromisiones indebidas.
El político concluyó su mensaje con una invitación directa a las consejeras Cossette López y Ana Paola Hall a «denunciar todos los ataques de las Fuerzas Armadas y del Gobierno» contra el Consejo Nacional Electoral, sugiriendo que existe un patrón sistemático de presiones contra la institución electoral.
Las declaraciones de Cálix se suman a otras voces críticas, como la de la exrectora universitaria Julieta Castellanos, que han expresado su preocupación por la actitud del jefe militar y lo que consideran una vulneración de la independencia de poderes y la institucionalidad democrática.
Este nuevo pronunciamiento incrementa la presión sobre las autoridades involucradas en el conflicto, en un momento en que crece la incertidumbre sobre la capacidad del sistema electoral hondureño para garantizar procesos transparentes y legítimos de cara a las elecciones generales programadas para 2025.
