Tegucigalpa. – En las últimas horas, se confirmó el asesinato de Ricky Alexander Zelaya Camacho alias el «Bóxer Huber», quien había sido capturado en agosto del 2017, en las cercanías de la colonia Tiloarque de la ciudad capital de Honduras y se encontraba en el centro penitenciario de Támara.
Según se informó, alias «Bóxer Huber» fue acribillado por miembros de la Mara Salvatrucha (MS-13) a eso de las 11:20 de la mañana del lunes.
Era un expandillero que se formó en las calles de la ciudad de Los Ángeles, estado de California. Ahí fue jefe de los «Grumpy», según informa el medio Streetgangs de California.
Su madre lo llevó de forma ilegal cuando el apenas tenía tres años de edad, razón por la que hablaba perfectamente el inglés. Y era uno de los más temibles de la estructura criminal Pandilla 18.
Se presume que estuvo recluido en Estados Unidos, tras ser dejado en libertar fue deportado a Honduras. Pero esto solo lo motivó a seguir sus pasos en el mundo de las maras y pandillas convirtiéndose en el jefe a nivel nacional de la «Pandilla 18».
El «Bóxer» fue condenado por los delitos de portación ilegal de armas prohibidas y almacenamiento de armas/municiones de uso prohibido y uso comercial. Este sujeto fue acusado junto a nueve miembros de la estructura criminal denominada como Pandilla “18”.
Su muerte «es la bienvenida que le dan al coronel Rony Javier Portillo como nuevo director del Instituto Penitenciario y me asombra que esto haya pasado en el interior de máxima seguridad porque ahí no hay comunicación entre un sector y otro», según el presidente del Comité para la Defensa de los Derechos Humanos en Honduras (Codeh), Hugo Maldonado.
