Tegucigalpa, – El cardenal Óscar Rodríguez, expresó hoy durante la homilía dominical celebrada en la basílica menor de Suyapa, que en esta pandemia que afecta a nuestro país no se debe perder el tiempo atesorando riquezas provenientes del crimen, de la extorsión y de la muerte.
“De qué sirve todo eso, si llega el momento en que se dice hasta aquí, enséñanos a calcular nuestros años y toda nuestra vida será alegría y júbilo”, sostuvo.
“Nada tiene el precio de una conciencia limpia y en paz, se podrán comprar cosas, se podrá defraudar y acumular riquezas mal habidas, pero tarde o temprano ahí está la conciencia que nos dice, no te es lícito”, sostuvo.
“A veces, buscamos realizarnos afuera cuando resulta que es en nuestro interior donde está el auténtico tesoro, el misterio de la presencia de Dios en nuestras vidas”, agregó.
“La alegría es la característica de aquella persona que ha encontrado a Jesús, que se ha encontrado con Él, un encuentro personal, un encuentro de amor y por consiguiente se llena de gozo”, destacó el también arzobispo de la arquidiócesis de Tegucigalpa.
Señaló que “cuando en nuestras vidas experimentamos la alegría de sentirnos amados por Dios, entonces somos capaces de dejarlo todo, de vender lo que tenemos para liberarnos de todo aquello que nos impide vivir plenamente”.
Para el líder religioso, “en todo ser humano subyace el deseo de encontrar a Dios, la búsqueda, la aspiración, pero al descubrir la perla de gran valor que es Jesús en nuestras vidas, es el momento de venderlo todo con tal de adquirir esa perla preciosa”.
“Eso nos dice que todo aquello en que podemos poner nuestro interés, frente al valor de Dios, no tiene ningún precio, todo palidece ante el brillo de lo encontrado”, sentenció Rodríguez.
“Encontrar a Jesús es lo más bello que nos puede pasar en la vida, es la alegría que ilumina toda nuestra existencia y renueva todo, aunque algunos piensan que el dinero- aunque sea mal habido- nos dará la felicidad, pero luego queda un gran vacío”, concluyó.
