Miami. – Mejorar la seguridad, priorizar la reducción de la pobreza y abordar la corrupción son algunos de los objetivos que tiene la administración del proyectado presidente electo Joe Biden, en Centroamérica.
La violencia, la pobreza, la impunidad y la corrupción son algunos de los problemas que se observan en Centroamérica según dijeron un grupo de analistas que se reunieron en un panel virtual de la Universidad Internacional de la Florida.
Para Claudia Paz y Paz, directora del Programa para Centroamérica y México del Centro por la Justicia y el Derecho Internacional (Cejil), el fortalecimiento del sistema de justicia regional debe ir acompañado de esfuerzos internacionales en contra de la impunidad y de la corrupción.
Según la experta, se necesita voluntad política y “que las políticas y los mensajes desde la comunidad internacional sean coherentes” ya que, para ella, últimamente en El Salvador, Honduras y Guatemala “no hay un mensaje único (…) por parte de las agencias y funcionarios que ofrecen colaboración técnica o dan seguimiento a políticas”.
La inversión de cuatro mil millones de dólares proyectados por la administración Biden es uno de los pilares para abordar los factores que impulsan la migración desde Centroamérica. Para el expresidente de Costa Rica Luis Guillermo Solís, se avecina un riesgo.
“Las caravanas van a empezar a llegar más grandes que nunca y tendremos que ver qué hacen los países centroamericanos y México con esas caravanas ahora y cómo van a ser atendidas en los Estados Unidos”, aseguró el exmandatario.
Estados Unidos es el principal socio comercial de El Salvador. Más de dos millones de salvadoreños viven en suelo estadounidense. ¿Cómo se verá El Salvador afectado por una presidencia de Biden? Trump mostró mano dura con la migración, mientras que Biden fue el vicepresidente que más salvadoreños deportó.
El combate a la corrupción en los servicios de seguridad y el fortalecimiento del poder judicial son algunas de las reformas que la administración Biden ha indicado que piensa respaldar, pero, sin apoyos bipartidistas en la Cámara y el Senado la cooperación podría dificultarse, dijo Ricardo Zúñiga, integrante del Programa de América Latina del Woodrow Wilson Center.
“Tiene que haber control para posibilitar la ayuda y las contribuciones públicas de los Estados Unidos, lo que tiene que regir es un estado de ley y un orden jurídico que dé ciertas garantías para fomentar la inversión, la estabilidad y para combatir acciones criminales”, aseguró.
Renovar los esfuerzos para trabajar con México y otros socios regionales es otra de las intenciones publicadas en la página electrónica del presidente electo estadounidense.
Para Paz y Paz, es “imprescindible” que el gobierno entrante elimine los acuerdos de tercer país seguro adoptados durante el gobierno Trump, ya que, según ella, “restringen el derecho humano a solicitar asilo, están construidos sobre un espejismo de que Guatemala, Honduras, El Salvador pueden llamarse países seguros”.
El aumento de la deuda de Centroamérica para enfrentar la pandemia compaginada con la propia crisis que se vive en Estados Unidos y una posible parálisis legislativa serán obstáculos que se presentarán, concluyeron los expertos.
